Reloj

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Reloj, hagamos un trato sincero,
te pido que detengas tu andar,
cuando me veas junto a ella,
congela el momento, hazlo eterno.

En sus ojos encuentro el universo,
en sus labios, la dulce melodía,
cada segundo a su lado es un tesoro,
un instante de amor que no quiero perder.

Reloj, te suplico, sé mi aliado,
en este romance que desafía el tiempo,
haz que las horas se conviertan en siglos,
cuando su mano acaricie la mía.

Pero si ves que de mí ella se aleja,
y su sombra se pierde en la distancia,
te ruego, acelera tu tictac,
hasta que su regreso vuelva a iluminarme.

En cada latido de tu corazón metálico,
reside la esperanza de nuestro reencuentro,
tus manecillas son el eco de mi anhelo,
de tenerla de nuevo, de abrazarla fuerte.

Reloj, hagamos un trato sin palabras,
solo tú y yo, en este pacto de amor,
detén el mundo cuando estamos juntos,
y acelera el tiempo cuando estamos solos.

Que cada segundo sin ella sea fugaz,
y cada minuto a su lado, una eternidad,
en el vals silencioso de tus agujas,
donde nuestro amor encuentra su refugio.

Reloj ingrato, a veces cruel testigo,
de las horas que pasan sin piedad,
te pido, en esta noche estrellada,
seas compasivo con mi soledad.

En este trato que te propongo,
reside la esencia de mi devoción,
congela el tiempo en su presencia,
y aceléralo en su ausencia, por favor.

Porque en cada segundo que no la tengo,
mi corazón suspira por su regreso,
y en cada instante a su lado, mi alma canta,
en un dúo eterno de amor y esperanza.

Reloj, hagamos un trato,
que el tiempo sea nuestro cómplice,
en esta historia de amor inmortal,
donde cada tictac resuene con pasión.

Poemas de un solitario poetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora