Ecos de una Alma Perdida

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¿Por qué simplemente no puedo ser mejor?
¿Acaso las estrellas no guían mi caminar?
En la oscura noche, busco mi valor,
pero en sombras densas me vuelvo a encontrar.

Cada paso que doy, tropiezo en mi duelo,
las palabras que digo, se pierden sin fin,
el reflejo en el agua, un ser sin consuelo,
que busca respuestas en un mundo ruin.

¿Por qué cuando amo, mi alma se quiebra?
¿Con un simple gesto o con una palabra?
La fuerza que encuentro, se torna en quimera,
y el corazón, frágil, en su lucha labra.

El amor que otorgo es vasto y sincero,
como un río profundo, que nunca cesó,
pero una mirada, un susurro certero,
desmorona el mundo que en mí se forjó.

Mis lágrimas caen en un océano oscuro,
donde la tristeza se vuelve mi hogar,
en este abismo, me hundo seguro,
sin querer rescates, sin ansias de zar.

¿Si no quiero ser salvado, quién me entenderá?
Mis gritos se pierden en un eco distante,
la miseria me abraza, me envuelve sin más,
y en su fría caricia, encuentro un constante.

Mis noches son largas, llenas de agonía,
mis días, un tormento que no tiene fin,
cada suspiro es un canto de melancolía,
cada lágrima, un río que brota sin fin.

En la soledad de mi alma errante,
los recuerdos me azotan, me hacen caer,
¿por qué ser mejor, si el dolor es constante,
y el amor solo sirve para enloquecer?

Pero en lo profundo, en la sombra eterna,
hay un susurro que a veces oigo,
una voz que me llama, dulce y tierna,
que me dice, "aún hay luz en tu propio destino."

Aunque mis pasos vacilen, aunque no quiera,
hay una fuerza en mí que lucha por más,
quizás no ser mejor es mi condena,
pero en mi miseria, aún busco la paz.

Y en esta búsqueda, en mi propio abismo,
tal vez, un día, encuentre mi voz,
y el eco de mi ser, en este espejismo,
responda por fin, a mi corazón feroz.

Poemas de un solitario poetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora