Poemas de un solitario poeta

Las Raices de Mi Corazon

En el jardín de mi alma, un árbol viejo y cansado,
sus raíces se extendían, pero su corazón estaba quebrado.
Después de muchas musas, su savia se agotaba,
sus ramas marchitas, su esencia se desgastaba.

Cada musa pasada dejaba su marca en su corteza,
pero ninguna pudo avivar su llama en la tristeza.
El árbol languidecía en la sombra del desencanto,
sus raíces buscaban en vano un nuevo encanto.

Hasta que una pequeña musa, con risa y alegría,
se acercó al árbol viejo con su luz y su armonía.
Con sus ojos brillantes, como estrellas en la noche,
despertó al árbol dormido, le dio nueva voz y broche.

Una chispa de esperanza encendió en su ser,
sus raíces latentes comenzaron a florecer.
Cada risa de la musa era agua en su suelo seco,
cada sonrisa era luz en su paisaje hueco.

Así, el árbol renació con las raíces en su corazón,
nuevas ramas se extendieron en busca de un nuevo don.
La pequeña musa, con su magia y su candor,
hizo florecer al viejo árbol con amor.

En el jardín de mi alma, ahora un árbol renacido,
brotan nuevas raíces, con vigor y sentido.
Gracias a la pequeña musa, el corazón revive,
un nuevo capítulo en su historia, donde el amor se escribe.