Capítulo 12 ( Alexander )

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Soy un completo idiota.

Emma y Atenea se fueron hace media hora, cuando mi hija volvió a llamarme por mi nombre me sentí fatal, pero me lo merecía.

No la defendí a pesar de que Emma lo hizo, una vez más decepcioné a mi hija y a Emma. Vi la mirada que me lanzó antes de irse.

Pero lo que ellas no saben es que me estaba conteniendo para no gritarle a Giselle que se callara de una buena vez por todas. No quería gritarle porque no quería que Emma y Atenea me vean en esa faceta.

Por otro lado, me di cuenta que no podré cumplir con la promesa que le hice a mi abuelo de casarme con Giselle, y solo por tres simples razones.

La primera, es porque no estoy enamorado de Giselle y estoy seguro de que nunca lo estaré. La segunda, porque sé que si me caso con ella, las cosas entre mi hija y su madre van a empeorar por culpa de Giselle, y la tercera es porque por más que lo niegue mil veces, se que Emma me gusta y mucho.

Nunca creí poder sentir algo por Emma que no sea cariño, pero aquí estoy, enamorándome poco a poco y volviéndome loco por Emma, la madre de mi hija.

Miré enojado a Giselle y dije seriamente:

- Nuestra boda se cancela - me miró horrorizada - .

-¿Qué?

- Lo que acabas de escuchar.

- Tú no puedes hacer eso - sonreí - .

- Por supuesto que puedo. Te pedí una cosa, solo una puta cosa y ¿qué hiciste? Fue lo primero que hiciste.

-¡¡¡Pero solo dije la maldita verdad!!! - exclamó - tarde o temprano esa niña tenía que saber la verdad.

- Cuidado como te refieres a ella - la señalé - recuerda que es mi hija de quién estás hablando. Además, ¿cuál verdad? no existe ninguna verdad, porque Atenea ya tiene madre y esa es Emma. Por lo tanto no habrá boda.

No le di tiempo a responder y me fui de su casa para ir a la de mi hija a disculparme.

Toco la puerta de la casa de Emma y al instante me abre la puerta, pero antes de que siquiera diga algo, Emma me da tremenda bofetada haciendo que gire mi cabeza a un lado.

¡Mierda!

Si que pega fuerte esta mujer, pero me lo merezco.

- ¿Qué haces aquí? Ve con tu prometida y no pierdas el tiempo estando aquí.

Intenta cerrar la puerta, pero la detuve a tiempo poniendo mi pie.

- Vine a disculparme.

- Demasiado tarde ¿no crees? Ahora lárgate, no te lo vuelvo a repetir.

- Y yo no pienso irme de....

- Amor ¿quién es? - me interrumpe la voz de Dante - ah hola, si vienes a ver a Atenea está en su habitación.

- Gracias y si no es mucho pedir, me gustaría entrar para poder ver a mi hija.

- Entra - dijo Dante agarrando la cintura de Emma para que se hiciera a un lado - .

- Gracias.

Subí rápidamente a las escaleras y entre a la habitación de mi hija.

- Princesa - susurré - .

- Hola - respondió seca sin mirarme - .

- Princesa - respeti, ya estando a su lado - lo siento.

- ¿Por qué te disculpas? - preguntó todavía sin mirarme y jugando con su iPhad - .

El fruto de nuestro amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora