Capítulo 15: El comienzo de una historia de amor parte I

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Todos se deben de estar preguntando el porqué de la extraña relación que tienen estos dos sirvientes de alto rango, Ginger detesta a Joseph y viceversa, la dinámica de ellos era puramente circunstancial que al final siempre terminaría chocando por ser dos personas con caracter fuerte, sobreprotectores e incluso difiriendo bastante en sus formas de ver la vida. ¿Y esto a que se debía? La respuesta la obtendrán con el transcurso de está historia, ya que son solo dos colegas que comparten vínculo familiar y se consideran rivales en el ámbito laboral, las formas siempre serán divertidas porque ninguno se llega a sobrepasar con el otro, más bien era una amistad bastante extraña.

O eso era lo que puedo agregar al valor de lo que el joven William estaba presenciando, la afable Ginger que conoció de camino al palacio real se esfumo y todo con la presencia de Joseph quien estaba bastante tranquilo pese a los gruñidos que le lanzaba su cuñada, el profesionalismo siempre penderá de un hilo más con estos dos que solo son como el agua y el aceite.

— Buenos días, es un placer conocerlo señor — El joven omega proveniente del sur no tarda en hacer una reverencia ante la persona que le recibió en su nueva habitación.

— "Veo que lentamente se irá acostumbrando a su nueva vida, más si es una primitiva sin escrúpulos y sin decencia, le va ayudar... Mientras que no lo arrastre a escuchar sus noches de chismes y no duerma hasta las cinco de la mañana del otro día" — Puede que Joseph se esté acostumbrando a tener como invitado a un joven proveniente del sur y más si todo en ese jovencito le llame la atención — Por supuesto que estoy aquí, su majestad la emperatriz está resolviendo un problema y la reunión se pospondrá una hora más —

— Tiempo suficiente para que este chico aprenda a hablar bien nuestro idioma y practique los modales básicos — Expresa con neutralidad Ginger pese a estar fastidiada con la presencia de su cuñado, pero los asuntos privados debían ser separados del ámbito laboral, y eso era su lema a la hora de trabajar en paz — Bien Liam, ahora a sacarse la ropa y vaya entrando al baño, lávese muy bien y disfrute de los lujos. Ya me dirás que tal lo pasaste —

La jefa de las sirvientas del palacio expresa aquellas palabras al joven William para que se encamine hacia sus baños privados y que se le ayude a estar más limpio, el aprovechar esa hora que tienen para hacer todo e ir guiando por aquella senda llena de flores para que se pueda reunir cuando antes con el príncipe, porque era una etapa evaluativa en que se demuestra a los ya establecidos evaluadores que ese jovencito entendía perfectamente la etiqueta, las costumbres y los protocolos. Es decir, para Ginger ahora comprendía como Joseph que aquel jovencito sí que era lo que parecería necesitar el príncipe y es que todo alrededor del heredero consta de mucho estrés, y presiones de todos los lados de la política tanto social como económica, al punto que siempre sea un causal de sus crecientes malestares.

Toda la escena anterior de los sirvientes de llevar muchas prendas, accesorios e incluso calzados fue como sentir que iba a demorarse en probarse todo aquello, aunque, prefirió no interrumpir lo que parecía haber expresado Ginger y es que no duda el joven William en desviar su atención de esa cantidad de ropa que había a la vista. ¿Le tocaría probarse todo eso? Esperaba que no, o no le iba a dar el tiempo para nada y más que a su entender sólo tenía una hora para estar listo para su audiencia con la emperatriz.

— Bien, no tardaré nada y gracias por traerme hasta aquí — Se inclinó ante las personas que estaban ahí en un gesto de agradecimiento, antes de correr procede en ir con lentitud hasta los baños para lavarse como correspondía y al contrario a su intento de refrescarse de hace un rato.

Todo ese ritmo de trabajo también parecía afectar a él que no estaba para nada acostumbrado a ser cuidado por los sirvientes quienes hacen un gran trabajo en mantener su buena apariencia, todo en sí parece indicarle que era bastante irreal lo que alguna vez se negó atravesar y más si contaba lo mal acostumbrado que estaba a ir como se levantaba para ir a trabajar. De cierta forma puede ser bastante nuevo en todo eso con el tema de arreglarse y lo comprende, aunque, también debía ir asumiendo que tendría que pasar algo parecido todos los días para estar presentable hacia los nobles y también hacia la familia real, recordando lo fuera de lugar que estaba en ese momento.

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