La estrella del amor

Capítulo 26: La primera victoria es poco para el amor

La sorpresa de maestro y sirvienta después de presenciar aquel espectáculo fue más que impactante, pero ambos pudieron evitar intercambiar miradas antes de escuchar la voz que les llamaba adentro y es que era Godfrey quien había regresado de su recado, es por eso que ambos guardaron con rapidez las cosas para entrar de nuevo a la habitación, llevándose lo que habían sacado con anterioridad y metiendo las hojas libres en el libro sin que se les escapara una sola.

— ¡Qué escalofríos! El señor Fortier lucía realmente asustado y qué decir de la sorpresa de todos los presentes, el príncipe sabe como dejarlo desarmado a ese noble — comenta Miriam más que nerviosa tras huir de la aparente mirada de aquel noble al que todos aborrecen.

— No estoy seguro de que sea algo para celebrar, cuando las personas se asustan tienden a actuar de forma más violenta e impredecible. — expresa William siendo lo más realista posible porque tras aquel espectáculo, era muy posible que lentamente las cosas suben de intensidad — Hay que cortarlos de raíz para evitar problemas dándoles tiempo para que se recuperen —

— No debería sonar de esa forma joven Liam, por lo menos el príncipe consiguió una victoria y es motivo que usted lo festeje — reprocha Miriam a su maestro ante esa extraña neutralidad de su parte.

William ignora aquel reproche mientras que acomodaba sus hojas sobre el mueble de la habitación, es que no estaba tan seguro de que ahora mismo su participación tenga o no una gran importancia, y todo porque seguía teniendo un mal presentimiento con respecto a su familia y ahora también con el príncipe. Sin embargo, el joven omega nota como su mayordomo le hacía entrega un pergamino y que de alguna forma ese gesto fue suficiente para sacarlo de sus pensamientos negativos.

— Tengo lo que me pidió, pero no comprendo para qué lo quiere, cuando usted debe conocer mejor que nadie de quienes son miembros del gremio mercantil al que su familia está afiliada — comenta Godfrey algo confundido del motivo tras todo aquello pese a que cumplió con su recado.

— No tienes el mismo nombramiento dentro del gremio, según el tiempo que están dentro del gremio como de su participación y la validez que tienen su voto depende de eso, de una modalidad que hasta ahora me causa dudas. — explica William mientras abre ese pergamino en lo que se dirige a la mesita de café — Tengo entendido porque hubo un momento en que se creaban muchas caravanas, luego se desintegraron tal y como aparecieron, teniendo una durabilidad muy corta como para mantener a flote un negocio legal, lo cual era molesto por los espacios rotativos que se manejan hoy en día —

— "Es muy extraño, ahora entiendo el porqué de sus preocupaciones joven Liam" — al fin Godfrey comprendía el punto de preocupación de su maestro con respecto al gremio mercantil.

— Si voy a hablar con ellos de nuevo, tengo que tener en claro quiénes van a dar más peso a la balanza de lo que ahora mismo es el inicio del juego que el príncipe librará y necesito tener con qué negociar con él sobre los términos de nuestro acuerdo personal. — dice Liam más que convencido de que iba a conseguir material con el que negociar con el príncipe — Véanlo como son las órdenes en el palacio actualmente, según el rango de quien lo pida es más que evidente cuanta es la diferencia que es casi imposible que se salten las jerarquías laborales; es decir, a mí me parece que en cada sector se deberían tratar de manera igual y seguir las normas de procedimiento —

Lo que explicaba William con sus palabras parecen provocar en sus sirvientes diferentes reacciones, era casi imposible lograr que exista armonía entre todo lo que parecía ser un verdadero revoltijo y que sin tener poder político era imposible conseguirlo; está realidad parecía estar comprendiendo el aprendiz de mercader, quien todavía seguía pensando que necesitaba tener más cosas para negociar con el príncipe, pese a que carecía de confianza y todo porque cree que todo eso lo que le estaba pasando parecía como un sueño, uno del que iba a costarle salir.