Capítulo 23: Un momento para ser sinceros

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Un día entero había pasado, en ese día la agenda del príncipe había estado muy apretada dado que tenía cuatro reuniones con los sectores militares y que debía de tomar una decisión sobre el integrar dicha zona ganada como parte del reino, pero no pudo permitirlo dadas las metas que tenía para la zona portuaria y todos los pueblos a su alrededor. Aun sabiendo que el día anterior al fin recibió un informe detallado de que Craig había efectuado el traslado de los bienes robados por los bandidos que ya fueron ejecutados tras un juicio marcial, pero de momento sabe que con ese primer avance la situación con el gremio mercantil del sur puede que vaya mejorando a paso lento y seguro.

Solamente el príncipe Nathan se enfocó en aumentar los controles en los caminos principales que son tomados por los mercaderes en donde iban a haber más guardias en cada poblado dando más zonas cuidadas, en lo que poco a poco lograba reacondicionar la construcción de fortalezas fronterizas que sería un puesto de aduanas mercantil que entre más seguras sean las ruta mercantiles más posibilidades tenía de ganarse a los del gremio del sur quienes exigen muchas cosas irrelevantes, aun sabiendo que ahora mismo los rumores le habían llegado y eso no quitaba el hecho de que ya toda la capital hablaba de que tenía un favorito a quien conoció de forma esporádica, eso le gusto, y ya nadie lo iban a difamar con malas intenciones.

— Al fin llegó el día, aproveche para alistarse porque desayuna en el jardín de otoño y que solo será dos horas antes de iniciar con su agenda — informa Gilbert al príncipe mientras ambos caminaban a la par.

— Tiempo suficiente, quiero llevar a Liam a conocer a mi amigo y explicarle lo de mañana.. — expresa con emoción el príncipe al fin poder llevar a ese joven a conocer a su corcel — Espero que ya le hayas explicado a madame Elizabeth sobre que le enseñe muy por arriba el uso del abanico y que le haga un repaso sobre las casas nobles que forman parte de mi facción política y de aquellos que son neutrales en su posición. —

Los planes del príncipe iban mucho más allá de ser perfectos, porque tiene como meta en ir preparando a ese joven al nuevo desafío que tendrían que pasar y es que presentaría a Liam como su acompañante para la gran velada que se llevaría acabo en un lugar sitiado por la familia real, siendo un lugar de reunión para la facción imperialista conservadora quienes son liderados por la emperatriz y la casa Versalles, un evento muy importante como para tener un acceso especial por ser un invitado suyo y de la emperatriz.

— De eso no debe de preocuparse, debe de centrarse en conseguir asustar al marqués Fortier y prepárese para su última reunión con los funcionarios de menor rango. — informa Gilbert al príncipe sobre esos pendientes que debe de hacer — Ya esa persona recibió la carta de invitación para ambos eventos, solo que su primo irá más tarde porque debe cuidar de su hermano mayor. —

— Cierto, gracias Gil por hacerme acordar de ese detallito. — aquel detalle para el príncipe le dejo algo consternado por lo mal que debe de estar las cosas en casa de su enemigo político — Temo que ese niño nazca muy prematuro, solo lleva cuatro meses y ni siquiera pudo disfrutar de la compañía de su esposo por tener mucho trabajo pendiente con el feudo de su familia —

Podía sonar muy mal de su parte el querer poder ayudar a sus parientes en salir de esa residencia de locos, pero no podía y todo porque fue una decisión de su primo quien estaba casado con el primogénito de la casa Amsberg teniendo ambos un hijo que era un destello de luz andante para muchos de la familia. Aunque, saber que las cosas podrían complicarse para su pariente por parte de madre, no era suficiente como para disipar esas preocupaciones y todo por tener un embarazo ya bastante riesgoso ante lo que sucedió meses atrás entre ellos dos.

El príncipe ya estaba arreglado para ir a su cita con Liam teniendo unas inmensas ganas que para exagerar tenía la sensación de que se moría ante las ganas de verlo después de un día de no estar en sintonía producto de tener horarios diferentes haciendo ser complicado para ambos el reunirse, además de que estén faltos de acostumbre a pasar cada rato juntos, pero eso no es ningún impedimento de hacer diversas actividades en él mientras se conocían.

La estrella del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora