Advertencia: sexo semipublic, Draco llamándote princesa, fetich
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Draco y tu avian peleado, por otra de sus tonterías, tenían tiempo sin verse y ya lo estabas extrañando, también, se te hacía raro que el no te buscara o que no lo vieras en todos estos días.
Pero lo viste, sentado en el Gran Comedor, hablando con sus amigos, en ese momento estabas molesta, no te busco, no te hablo y estaba muy cerca de Pansy estos últimos días. Lo ignoraste, pensado que el no te vería ya que estaba demasiado concentrado hablando con sus amigos, sobre todo con Pansy.
Pero el te vio.
Caminando hacia la salida del Gran Comedor. Se paro de su asiento y te siguió rápidamente. —A donde vas?— esa voz, obviamente la conocías, era Draco. —y a ti que te importa?, por que no sigues hablando con Pansy mejor?—dijiste enojada—así que de eso se trata, de celos?—No—. Te agarro por la muñeca y te llevo a una aula vacía —Que haces? Suéltame!—dijste, dandole ligeros golpes en el pecho para que te dejara ir, pero en vez de eso, te beso, el beso era agresivo pero necesitado. Al principio no respondiste el beso, pero después te dejaste llevar.
—Enserio crees que me gusta Pansy?—dijo Draco. —Nunca. Nunca te engañaría, con nadie nena, entiéndelo. —Aveces es difícil creerlo.— Antes de que puedas decir otra cosa, te puso en unas de las mesas, poniéndose entre tus piernas, empezó a besarte, con necesidad y hambre.
Te dejaste llevar, rodeaste tus manos alrededor de su cuello, empujándolo más cerca de ti. Empezaste a desabrochar su camisa, deslizando tus dedos por su abdomen, haciendo que la piel se le erizará. Pronto tu camisa también estaba en el suelo, los dos estaban perdidos en los brazos del otro, los dos se habían extrañado mucho y lo sabían, no lo podían negar.
—mierda nena, te eh extrañado muchísimo— respondiste con una sincera sonrisa, eran demasiado orgullosos para admitirlo, pero se amaban, y eso era lo que los unía a los dos. Ya estaban desnudos, el cuerpo de Draco no importaba cuantas veces lo hayas visto, siempre te impresionaba y te encantaba. Con una poderosa embestida, entró en ti.
Gemiste, pero la mano de Draco te detuvo, no querían que nadie se diera cuenta de que estaban follando, pero por una parte Draco quería que los escucharan para que todo el mundo sepa que eres suya y solo suya.
Sus embestidas eran fuertes y rápidas, era muy difícil mantenerse en silencio, pero hacían lo que podían por no hacer ruido ya que si los cachaban, le quitarían puntos a La Casa Slytherin. Pronto empezaste a sentir ese nudo delicioso en tu estómago, que pronto iba explotando. Mordiste la mano de Draco a lo que en gimió levemente, y los ojos de Drago cayeron hacia atrás del placer, Draco se mordió los labios antes de explotar dentro de ti.
Estaban tratando de recuperar el aliento, sonriéndose el uno al otro.
