11. "Nuevo uniforme" (1/1)

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"El color de la tentación"

Marzo 2024

Olivia y Pablo llevaban saliendo más de un año pero se habían conocido mucho antes, cuando ella todavía trabajaba en ese restaurante al que a Pablo le gustaba tanto ir. Ella lo admiraba de lejos, incapaz de dejarse llevar por sus impulsos, al resguardo de un falso profesionalismo que tambaleaba cada vez que veía a ese hombre tan atractivo.

Escucharlo reír se había transformado en una experiencia mágica... Cuando lo vislumbraba en la entrada del lugar pidiendo "la mesa de siempre", Olivia se aseguraba de ser ella quien lo atendiera y moría de amor al notar que él se había aprendido su nombre.

El restaurante contaba con un piso superior que ella aprovechaba para poder admirar de lejos a ese ser que tanto la intrigaba. No pasó mucho tiempo hasta que el riocuatense advirtió la atención de esa moza que siempre le sonreía y se mostraba tan comedida a atender sus pedidos.

Fue durante una noche de amigos cuando Matías Manna le preguntó si había algo entre él y esa chica con la que hablaba con tanta naturalidad cada vez que se encontraban en las noches de los viernes. Incluso, el rubio aseguraba haber visto a su amigo abrazar a la joven y hablar animadamente con ella, cosa que le llamó la atención.

Por obvias razones, Pablo había notado que se sentía muy cómodo con ella pero todavía era pronto para arriesgarse. Por eso lo sorprendió que, meses más tarde, fuera ella quien se animara a reclamar una oportunidad, invitándolo a una cita de esas a la "vieja usanza" que terminó con un beso bajo la lluvia y la promesa de seguir en contacto fuera del lugar de trabajo.

...

La vorágine post Mundial los obligó a ser más discretos. Procuraban no mostrarse juntos más allá de los momentos de intimidad construida que se permitían disfrutar en compañía del otro. Sin embargo, a Olivia le costó muchísimo amoldarse a la lógica de una familia tan numerosa como la de Pablo pero valió la pena porque ellos la hicieron sentir como una más ni bien la conocieron.

Una semana en Río Cuarto le bastó para dimensionar lo mucho que se había enamorado de él. Para Pablo, ese fue el momento donde la idea de convertirse en su esposo fue una posibilidad más tangible. Lastimosamente para la pareja, todavía se encontraban lidiando con el tema de la distancia y la negativa de Olivia de acompañar a Pablo en las giras de la Selección.

Ella no quería exponerlo ni mucho menos entregarse a que la gente opinara de ella. Sabía de los fandoms, la toxicidad y el machismo del mundo futbolero además de que nunca haría nada para tirar a la basura esa privacidad recelosa que Pablo construyó y defendió a lo largo de toda su carrera.

En medio del final de la gira por Estados Unidos, Pablo se encontraba ansioso por volver a reencontrarse con su novia. Quería pasar tiempo a solas con ella antes de preparar todo para ir hasta Río Cuarto a pasar Semana Santa en familia. Se moría por volver a sentirla, embeberse de su aroma y deleitarse con su voz acompasada entre gemidos y murmullos irreproducibles...

Apuró al Ratón Ayala durante el embarque en el aeropuerto para no perder ni un segundo. Estaba ansioso y se sentía mucho más inquieto después de recibir mensajes y fotos picantes de su novia que lo habían dejado con ganas de estar entre sus brazos, sin nada más que sus pieles y el goce del reencuentro.

...

Le sorprendió llegar a casa y no ver luces encendidas pero, por la hora que era, pensó que quizás Olivia podía estar durmiendo. Se deshizo de su valija y dejó la mochila en una de las mesas del living cuando escuchó ruidos arriba. Una puteada y el chisporroteo de una canilla le dieron señales de que ella estaba en la ducha.

Redamancia O.S de Pablo Aimar ☆☆☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora