13. La otra mujer (1/1)

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"Locuras de más de una noche"

"(...) comparada con el vacío recién atisbado, mi situación actual me parecía afortunada y mis celos, una especie de frágil privilegio cuyo final habría sido una locura desear: de todos modos este acabaría por llegar algún día al margen de mi voluntad, cuando él se fuese o me dejase"
(Pura pasión, Annie Ernaux)

-¡Buenas, buenas!

-Hola hermosa, ¿Cómo estás?

-¡Hola mi amor! Ay, ¡no sabés lo mucho que te extrañé!- Olivia no sabía cuánto había esperado ese abrazo pero de nuevo, sentía que estaba donde pertenecía. Su lugar era junto a Pablo y estaba segura de ello. Lastimosamente, él no pensaba igual...

-Yo también te extrañé.

-¿Fue un viaje largo?

-Ehhhh sí, más o menos.

-¿Querés que te prepare algo para comer?

-No, no, este, yo vine porque quería hablar de algo con vos.

-Argh, odio que te pongas serio amor, en serio, no hace falta que digas nada. Tengo algo para vos arriba, ¿venís?

-Oli...

-Dale, por favor. ¡Hace un mes que no te veo!- Rompiendo el abrazo, Pablo subió con ella por las escaleras, recibiendo besos y caricias mientras le contaba lo que había estado haciendo en EEUU. Omitió hablar de su parada en Córdoba, de su familia y específicamente en su mujer pero seguía sintiéndose culpable por mentirle. El problema era que ya no sabía cuál de las mujeres saturaba la referencia de dicho enunciado.

A estas alturas, para Pablo era difícil resistirse a la tentación de pasar tiempo con la mujer que había llegado a su vida para desmoronarlo todo. Ella era pura adrenalina y aventuras, agobiándolo de una manera fascinante. Le daba todo lo que le faltaba a su vida monótona y tranquila pero todavía se sentía culpable al no poder darle más.

-Bueno, mirá, tengo para prepararte una picada con vinito o podemos comer algo dulce. ¿Qué preferís?

-A vos, a vos te prefiero Olivia.

-Ok, eso no estaba en las opciones.

-Olivia...

-Está bien. Te dije que tenía algo para vos y no te mentí- Con un leve movimiento, la mujer se sacó el remerón que traía puesto, develando un conjunto de lencería que enloqueció a Pablo, subiendo la temperatura del lugar al máximo en un par de segundos. Él acortó la distancia que los separaba para estampar sus labios y apretarla entre sus brazos sin querer dejarla ir. Ella se desprendió de su boca, no sin queja mediante, para mirarlo a los ojos y deleitarse con el brillo de sus ojos.

-Te extrañé Paya- Le dijo ella, sonriendo al pasar una mano por sus rizos, deleitándose con la sedosidad de los mismos.

-Yo a vos bonita, yo a vos.

Volvieron a besarse haciendo un pacto silencioso que dejaba en suspenso cualquier duda que pudiera surgir sobre lo que estaban haciendo. Olivia empezó por acariciar su cuello, afianzando el agarre en su mandíbula sin querer separarse aun cuando él parecía demasiado apurado por ir directo a la cama.

-Mmm. Tenés mucha ropa vos me parece...

-Y ayudáme, dale- Pablo se dejó hacer, disfrutando de la sensación de las manos de ella sobre su cuerpo mientras las prendas caían lentamente, una a una. Cuando los dos estuvieron en igualdad de condiciones, Pablo volvió a tomarla de la cintura para acercarla mientras sus bocas volvían a encontrarse.

Redamancia O.S de Pablo Aimar ☆☆☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora