Fallen angel// TsukiYama

10. Flashback

Al otro día, en la preparatoria, me presenté en la clase de segundo 5, con la esperanza de encarar de una vez por todas a Yachi.

—Disculpa— dije llamando la atención de una chica pelirroja— ¿Ha venido Hitoka Yachi?

—Si...— me analizó de arriba a abajo y sonró— ¿Qué? ¿Eres su novio? Creí que salía con Hinata.

—No es mi novia, solo la buscó por un asunto.

—Entonces, ¿estás disponible?

—Lo lamento, pero no— murmuré tratando de sonar antipático— ¿Me dirás dónde está Yachi o no?

Rodó los ojos— Fue al baño, yo que tu voy a esperarla allí, suele tardarse con sus cosas.

—Gracias...

—Si, si, como digas— hizo un gesto con la mano— Me deberás un favor luego.

Chasqueé la lengua— Eso desearías.

—Harás algo por mi en algún momento, tenlo por seguro— sonrió.

***

Mis pasos me llevaron hasta el último baño del pasillo, el se las chicas. Esperé varios minutos cerca de la puerta, las personas me quedaban mirando extrañados pero decidí ignorarlos.

—¿Tsukishima? ¿Qué haces frente al baño de mujeres?— preguntó Shoyo acercándose a mi— ¿Por fin conseguiste novia? ¿La estás esperando? Que romántico...

—No molestes, enano, no estoy de humor.

—¿Tsukishima? ¿Shoyo?— preguntó una vez femenina. Voltee encontrándome cara a cara con Yachi.

—¿Estás saliendo con ella?— preguntó el pelirrojo con la voz quebrada. Quise detenerlo para explicarle, pero salió corriendo por los pasillos.

—Que idiota— murmuré.

La chica carraspeó— ¿Qué estás haciendo por aquí? Vas a explicarme o me dejas ir a mi salón, tengo clases.

—No irás a ningún lado, Yachi, me explicarás de una buena vez tu historia con Yamaguchi.

—¿Vienes a hablarme por eso? Ya te he dicho casi todo.

—¡Nadie me dijo prácticamente nada! Estoy harto de que esquiven y disfracen la verdad de una forma u otra. Por favor...tan solo cuéntame.

—El director nos prohibió hablar de lo sucedido, no es algo que pueda decir tan a la ligera.

—Por favor...quiero ayudarlo.

—¿Ayudarlo?— sus ojos encontraron los míos, tras esa mirada demostraba una nostalgia profunda— También traté de hacer eso...— suspiró— Me alejó, como lo hace con todos aquellos que quieren ayudarlo.

—Yachi...

—¡Está bien! Te lo diré todo. Escucha y no digas nada hasta que termine, ¿Está bien?— entrelazó sus dedos y luego relajó sus postura— Trata de no juzgarme mucho.

—¿Mereces ser juzgada?

—Si, definitivamente.

Flashback

Todo comenzó cuando llegué a la preparatoria en mi primer año. Siempre fui muy tímida y asustadiza, lo que me dificultaba hacer amigos.

Recuerdo claramente aquella mañana en que todo cambió: Un chico pecoso se sentó a mi lado.

Su cuaderno estaba lleno de dibujos impresionantes, y no pude evitar comentarlo.

—Dibujas muy bien —le dije, tratando de no parecer demasiado entusiasta.