1. Encuentro

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—¡Tsukishima!— oí como Kageyama gritaba tras de mi— ¡No me ignores!

—Déjame en paz— murmuré mientras subía por las escaleras hasta la terraza. De vez en cuando, mis amigos solían ahogarme, sentía mi pecho oprimirse con cierta frecuencia al tenerlos cerca. No entendía la razón, pero la única forma de reprimir esta "angustia" era subiendo al techo.

El aire azotó mi rostro al pasar por la puerta, inhalé profundamente tratando de aliviar la tensión en mis hombros y la compresion de mi pecho. Caminé para acercarme a la barandilla, me asomé hacia el vacío que caía hasta el patio de la preparatoria. Podía ver desde aquí a muchos alumnos reunidos o realizando alguna actividad, sin embargo, no me sentía presionado.

Verlos desde aquí era simplemente maravilloso.

El olor a cigarrillo llegó a mis fosas nasales, volteé hacia el origen del humo. Un chico se encontraba a pocos metros de mi, ni siquiera lo había notado. Me aproximé con quietud, lo reconocía de mi clase pero no recordaba su nombre, no tenía muchos amigos en el salón.

—¿Fumas?— pregunté apoyando mis brazos en la barandilla a escasa distancia.

—¿Quieres?— preguntó arrastrando el paquete por encima de la baranda.

—No, muchas gracias— volví mi vista hacia abajo tratando de encontrar algo con lo que distraerme.

—Tsukishima...— murmuró y volví en su dirección— ¿Por qué estás aquí?

Por un momento me sentí mal, él recordaba mi nombre y yo no.

—Me gusta estar aquí arriba— respondí alzándome de hombros.

—Normalmente los demás estudiantes suelen subir para evaluar sus opciones.

—¿Opciones?— cuestioné sin comprender.

Rodó los ojos— Drogarse, suicidarse o aguantar su vida de mierda.

La incomodidad me azotó de golpe y quise alejarme, pero su mirada color ámbar me lo hizo imposible, tomó una calada de su cigarrillo y luego lo apagó en la brandilla.

—¿Subes a menudo?— pregunté tratando de desviar la atención.

—Si, me gusta estar solo— alzó sus brazos para acomodar su cabello; las mangas de su sudadera se deslizaron un poco dejando ver pequeñas cicatrices que cubrían su piel. Pareció notar que lo observaba pues siguió hablando— Suelo estar en la zona contraria, pero esta vez estaba ocupado. Habían unos chicos de tercero haciendo sus cosas y no quería interrumpir.

Caminó dos pasos hacia mi y me estudió con sus ojos. No sabía que decir, de cierta manera me irritaba su actitud, sin embargo, me divertía un poco.

—¿No quieres saber nada sobre mi?— pregunté sin pensar demasiado.

—¿Por qué querría hacerlo? Se lo suficiente, eres popular.

—¿Popular?

—La concepción general de los hombres es que eres el chico más arisco que han conocido. No sueles caerles bien— hizo una mueca— Las chicas piensan algo completamente distinto.

—¿Qué piensan?

—Que eres caliente— sonrió y ladeó la cabeza. Extendió su mano en mi dirección— Tadashi Yamaguchi, encantado.

Entrelacé mi mano con la suya y le di un apretón— Encantado.

—Debería irme— estiró sus brazos hacia arriba como si quisiera sacar la tensión de su espalda y hombros— Nos vemos en la clase, Kei.

Seguido de esto se fue, dejándome solo con mis pensamientos y el eco del viento.

¿Por qué este chico me resultó del todo encantador? Al comienzo quería huir de su rareza, pero ahora me interesa saber más sobre él. Reprimí una sonrisa y bajé las escaleras para buscar a mis amigos. Quizás alguno de ellos sabía algo más.

Fallen angel// TsukiYamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora