18. Mar

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Me presenté en la casa de Tadashi unos días después. Ya era el primer día de vacaciones y teníamos planeado ir a la casa de la playa. La madre de Tadashi me recibió en la puerta con una sonrisa amable.

—Hola, Kei. Tadashi ya baja en un momento— me dijo, abriendo la puerta para dejarme pasar.

—Gracias por recibirme, señora Yamaguchi— respondí, entrando en la casa.

Ella sonrió aún más, cerrando la puerta detrás de mí— No hay de qué. Un amigo de mi hijo siempre será bienvenido aquí. Además, me agrada que se divierta de vez en cuando.

—Le prometo que cuidaré de él durante el viaje.

—Sé que lo harás. Confío en ti, Tadashi siempre habla muy bien de ti.

—Él también es un buen amigo— comenté, sintiendo un pequeño orgullo por nuestra amistad, pero a la vez incertidumbre pues, ¿en verdad éramos solo amigos?

—¿Cómo te has sentido estos días?— preguntó mientras nos sentábamos en el sofá.

—Bien, gracias. Un poco nervioso por el viaje, pero emocionado también.

—Es normal sentirse así antes de un viaje. Pero estoy segura de que se divertirán mucho. La playa a la que irán es hermosa, y estos días han prometido buen clima.

—Eso suena perfecto.

—¿Y cómo están tus padres?

—Están bien, gracias por preguntar. Mi madre está ocupada con su trabajo y mi padre ha estado viajando mucho por negocios.

—Es bueno escuchar que están bien. A veces es difícil mantenerse en contacto cuando la vida se vuelve tan ocupada.

—Sí, es verdad. Pero intentamos pasar tiempo juntos cuando podemos.

En ese momento, escuché pasos en las escaleras y miré hacia arriba para ver a Tadashi bajando con su mochila.

—¡Ya estoy listo!— anunció, sonriendo ampliamente.

Me levanté y tomé mi propia mochila— Perfecto. ¿Listo para ir a la playa?

—Sí, no puedo esperar. ¡Vamos!

La madre de Tadashi nos acompañó hasta la puerta— Cuídense mucho y diviértanse. Kei, confío en que cuidarás bien de mi niño.

—Lo haré, señora Yamaguchi. Gracias nuevamente.

Ella nos despidió con una sonrisa y nos dirigimos hacia la casa de la playa, listos para comenzar nuestras vacaciones.

***

Llegamos al punto de reunión donde debíamos encontrarnos con los demás. Shoyo y Kageyama ya estaban allí, y el pelirrojo nos saludó con su habitual entusiasmo.

—¡Hola, Tsukishima! ¡Hola, Yamaguchi!—gritó Shoyo, agitando la mano con una gran sonrisa.

Kageyama, en cambio, miró a Tadashi con una expresión seria, casi despectiva. No pude ignorar su actitud y me acerqué a él.

—Kageyama —dije, captando su atención— Trátalo bien. Tadashi es importante para mí.

Frunció el ceño, claramente molesto por mi intervención— Lo intentaré.

Tadashi me miró con una mezcla de gratitud y aprehensión. Asentí, tratando de transmitirle confianza. Sabía que la situación con Kageyama podía ser tensa, pero también sabía que todos merecíamos disfrutar de estas vacaciones sin conflictos.

—Gracias, Tsukki— murmuró Tadashi.

—No hay de qué— le respondí, poniendo una mano en su hombro— Vamos a divertirnos, ¿de acuerdo?

Fallen angel// TsukiYamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora