Rosé y Jisoo se "mudaron" los primeros días de diciembre.
Mudaron entre comillas porque eran más de un par de noches las que pasaban todos en su sillón, viendo películas o simplemente conversando, pero Jennie confesó que no le molestaba, estaba viviendo su sueño de fan de Friends, era la Monica de su Chandler, Lisa bromeaba con eso cuando hacia galletas y enviaba fotos a sus amigos.
La primera vez salió tan bien que terminaron entre las sábanas.
Lisa oficialmente había terminado su temporada de playa, ahora trabajaba con jubilados tiernos en la pileta climatizada del centro, además se había decidido a terminar de rendir su carrera de profesora de educación física a la que le faltaban cuatro materias para aprobar, era un proyecto en conjunto ya que Jennie, bendita sea, normalmente estaba allí ayudándole a estudiar.
Ah, y oficialmente se había mudado, ya había terminado el alquiler en su propio departamento y Jennie ya no tenía que sacrificar su ropa para dársela, ese era el karma de Lisa ahora, quien bromeaba siempre con lo bien que se le veía su ropa cada vez que Jennie se paseaba, a propósito dicho sea de paso, con ella puesta.
Comenzaba diciembre, decir que hacía frío era poco, salir afuera era sinónimo de congelarse, atrás habían quedado los días cálidos de juegos en el patio, una semana atrás habían tapado todas las plantas para cubrirlas de las heladas y ahora hasta Love renegaba para salir a hacer sus necesidades y el gato por fin había aceptado que tenía que compartir casa con ellos y se metía por las tardes y noches a dormir en los pies de la cama.
Jennie había estado decorando también, al tener a Eunchae aburrida dentro, las había sentado en la mesa a hacer artesanías para la casa, desde cuadritos hasta alajeros de arcilla moldeable, aseguraba que era bueno que la cachorra haga esas cosas y además era divertido, Lisa se llenaría la cara de arcilla solo si eso las hacía felices.
Ese día, que para agregar llovía, estaban haciendo decoraciones navideñas, ya que ya había que decorar la casa y tenían muy pocas cosas.
ㅡMami, ¿puedes ponerle brillitos? ㅡpidió la cachorra pasándole su "estrella" de papel amarillo.
Eunchae las cortaba solito con su tijera para niños y bajo la supervisión de Jennie, salían como salían pero tenían su belleza en la inocencia del niño, así que irían en la punta del árbol de navidad que al día siguiente comprarían.
ㅡDame, ¿dorado o plateado? ㅡdijo levantando las dos plásticolas de brillos que Jennie había comprado.
ㅡEse ㅡeligió, señalando el dorado.
ㅡBuena elección, señorita, ya sale su estrella ㅡdijo, poniéndose manos a la obra y llenando la estrella con brillo lo más prolijamente que podía.
Si le hubieran dicho un año atrás que iba a pasar un viernes por la tarde haciendo estrellas de navidad con su omega y su hija de dos años, Lisa no se lo hubiera creído, se habría reído y lo hubiera creído imposible, pero ahí estaba.
Los caminos de la vida no siempre eran lo que uno pensaba.
El celular de Jennie comenzó a sonar, interrumpiendo el silencio cómodo en el que estaban, ni siquiera lo miró, solo cortó la llamada. Era su hermano o su madre.
Había empezado una semana atrás luego de semanas sin enviar mensajes, su madre nunca había parado, pero Minseok parecía cegado por su dolor y no paraba de decirle cosas feas a Jennie, culpándola de su tragedia y el infierno en el que estaba viviendo.
Su pobre omega había llorado por horas, sintiéndose culpable, Lisa la había consolado y asegurado lo contrario pero no podía controlar lo que pasaba en su cabecita.
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Beach Girls | Jenlisa
Hayran KurguJennie sabía solo dos cosas de la madre de su bebé, que se llamaba Lisa y que era la alfa más caliente que una omega soltera de 21 años podría haberse cruzado en una noche de verano. Ahora tenía 24, estaba sola con una dulce niña llamada Eunchae y u...