˖⁺‧₊˚˚₊‧⁺˖Capítulo 20˖⁺‧₊˚˚₊‧⁺˖

1.4K 197 68
                                    

༺♰༻
˗ˏˋ ✞ ˎˊ˗

"Ni la muerte, ni la fatalidad, ni la ansiedad, pueden producir la insoportable desesperación que resulta de perder la propia identidad".

H.P. LOVECRAFT
˗ˏˋ ✞ ˎˊ˗
༺♰༻

(ESTE CAPÍTULO CONTIENE TEMAS DE ABUSOS, SI ES INCÓMODO PARA TI, SE RECOMIENDA SALTÁRSELO. Se lo van a leer como sea, adelante).

JENNIE KIM.

—Siempre quieres ir primero en todo, Jennie —amarró aún más la bolsa a la cabeza de Rosé—. Y verás con tus propios ojos lo que es matar a una persona.

Me removí, incapaz de gritar por la mano en mi boca, intentando atacar por algún lado, mis ojos se comenzaron a llenar de lágrimas cuando vi su propósito. Rosé quería moverse, pero estaba atada por todas partes. Escuchaba sus pequeños intentos de gritos. Sus temblores se podían percibir.

Rasgó su ropa con el cuchillo, dejándola en sostén. Gritaba sin éxito a ser escuchada, podía escuchar las voces de Alaric y Lilith, ellos me llamaban, pero no sé por qué no entraban, me preguntaba si ya sabía y por eso les prohibía la entrada.

Estaban pasando muchas al mismo tiempo, quería escapar de los brazos de ese hombre. Verle la cara al que ahora me miraba mientras besaba el cuello de Rosé.

—Lo va a disfrutar —sonrió de forma diabólico—. ¡No llores más, maldita perra asquerosa!

Le propinó un golpe a Rosé, pero yo no pude hacer nada, solo llorar, hacer que la garganta se me desgarrara en un intento por huir a salvarla. Mis brazos dolían, ardían como si hubiera fuego en ellos.

La impotencia de tener las cosas frente a mí y no poder hacer nada aumentaban, era una sensación de que me estaban sacando el corazón.

—Trajiste a personas —bajó el pantalón de Rosé, dejándola completamente desnuda y a su merced—. Te dije que no trajeras a nadie, Jennie. ¡No me gusta cuando no me haces caso!

Negué con la cabeza, llorando desconsoladamente. La frialdad con la que me miraba, con la que manejaba el asunto. El estómago se me estaba revolviendo y la ansiedad me aumentó. Buscó entre cosas viejas y regresó con un palo muy largo en la mano.

Me terminé por desesperar, pero era imposible huir, correr para salvarla.

—¿Crees que esto funcione? —jugó con el palo en su mano—. Vamos a ver.

Sin preámbulos, posicionó el palo y lo metió dentro de Rosé, empalándola. Cerré mis ojos con fuerza, escuchando el grito desgarrador de su parte. Mi pecho se hundió en miseria cuando escuché ese grito de dolor por su parte. Por más que intentaba escaparme, no podía, no podía hacerlo. Me sentí inútil.

Y Alaric y Lilith tampoco podía entrar. La situación era más comprometedora de lo que me gustaba admitir. Abrí nuevamente los ojos, y el asqueroso sacó el palo lleno de sangre. La apartó con su mano y se preparó para entrarlo otra vez, una y otra vez, sacándole grito tras grito. De dolor. Podía sentir su desesperación.

Y yo podía sentir la mía, queriendo rescatarla de todo lo que estaba pasando. Volvió a sacar el palo y lo levantó, chocándolo contra la cabeza de Rosé. Volví a cerrar los ojos, eso me estaba lastimando, pero a ella debe estarle haciendo un daño profundo.

—¡Mira lo que pasa cuando te metes donde no debes, Jennie! —dijo con la voz cargada de malicia.

Rosé gemía, quejándose por el dolor, mis lágrimas fluyeron incontrolablemente. Mi corazón se rompía en cada golpe que él le propinaba.

There Aren't Geniuses. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora