There Aren't Geniuses. (Jenlisa)

˖⁺‧₊˚˚₊‧⁺˖Capítulo 12˖⁺‧₊˚˚₊‧⁺˖

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"Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no es la verdad".

Marco Aurelio.

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Me gusta cuando gritas de dolor, cuando sospechas de todo el mundo menos de mí, cuando no te haces una idea de lo mucho que te detesto solo por existir. Les has robado todo a todo el mundo, solo buscas el odio entre tus amigos.

¿No te cansas de vivir?, debe ser agotador, querer encontrar la verdad, tenerla frente a tus ojos y no poder hallar lo que buscas. Es muy frustrante, soñar con el miedo todas las noches y cuando lo tienes en frente querer huirle.

No eres más que una cobarde poca cosa, una sucia perra que limpiara mi vómito de sangre con la lengua. Porque las perras como tú no merecen ni una gota de lástima. Mereces ver a todos morir frente a tus ojos, me gustaría verte a la cara mientras disfruto comer de los dedos de tus antiguos amigos y después le echó los ojos y lengua a mis perros.

Tú debiste ser la primera, tú me llevaste a hacer esto para que nadie sospechara de a quien quiero matar realmente es a ti, acabarte por meterte en mi camino y robarme todo, robarme todo lo que me interesaba. Tú no eres amiga de nadie, ni siquiera amiga de tus amigas. Eres una maldita estúpida que se metió en caminos ajenos.

Y vas a saber lo lindo que es el sufrimiento mientras te corto dedo por dedo, y los meto a tu boca, uno por uno, ahogándote. Así deben morir las perras como tú.

JENNIE KIM.

—Mi nombre es Lilit Fenton, amiga de Lalisa, y como pueden saber, investigadora y trabajo para la policía —nos mostró su placa—. Si me presento hoy aquí es porque me he comprometido a encontrar al acosador, con la autorización de mis jefes.

—Ellas son Jennie Kim, Kim Jisoo y Park Roseanne —nos presentó Lalisa—. Ah, y Rune Vonstein.

—Mucho gusto —se presentó Rune—. Es un placer conocerla, Señorita Fenton.

—Me pueden llamar Lilith —dijo sin darle más rodeo—. Y a lo que vinimos, ¿qué tienen aquí?

—A la idiota, a la rarita, a la que nunca hace nada, ah, y por si fuera poco, al mecha corta —mencionó Lalisa.

Los cuatro la miramos mal.

—Hablo de pruebas, Lalisa —dijo Lilith.

—Oh, por ahora nada, ¿por? —Lalisa se cruzó de brazo sobre la mesa—. No hay más que las amenazas que le hacen a ella.

—Así que está detrás de ti —Lilith asintió—. ¿Me dices cuál fue la última amenaza?

La miré dudosa, —Me encantaría hablar, pero se entera de todo, no sé como lo hace.

—Puede ser que tu celular esté intervenido, tienes que pensar en cambiarlo, si se entera de todo lo que hablan no necesariamente el sospechoso tiene que estar dentro del grupo, ¿me lo prestas?

—Puedes prestárselo, no creo que haya algo ahí, después de todo, ya vimos la gran foto —se mofó Lalisa.

—¿Puedes mantener tu maldita boca cerrada por un rato? —dijo Rune, enfurecido.

—No, no puedo, me cobran —respondió Lalisa—. Puedes proseguir, Lilith.

—Gracias, ayudas mucho, Lalisa —dijo con sarcasmo—. Hay varias formas de que no nos escuchen, si me prestas este celular puedo revisarlo y verificar que esté seguro y que no corras peligro con él, tomará un día, tengo mis contactos. Pero no quiere decir que sea suficiente, el acosador, si está detrás de ti, no se dará por vencido.