There Aren't Geniuses. (Jenlisa)

˖⁺‧₊˚˚₊‧⁺˖Capítulo 11˖⁺‧₊˚˚₊‧⁺˖

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"Quien controla el miedo de la gente se convierte en el amo de sus almas".

Nicholas Maquiavelo.

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7:00 PM.

Estaba ansioso por otro día. Su rutina es mi obsesión. Me siento cada vez más cerca de ella, aunque aún no lo sabe.

Es mi obsesión ahora. Cada movimiento que hace, cada sonrisa, cada gesto, todo queda grabado en mi mente. Hoy la seguí hasta una cafetería en el centro. Me senté en una mesa al otro lado de la sala y observé como estudiaba. Cuando ella se levantó para ir al baño, supe al instante que trabajaba algo relacionado con su clase de literatura.

Jennie salió de la universidad a las 4:15 PM, como casi siempre lo hacía. La vi despedirse de sus amigas, diciéndole sobre quedar en algún lugar. Llevaba puesto su suéter azul y jeans ajustados, una combinación que siempre le sienta bien. Me aseguré de mantener la distancia prudente mientras la seguía.

Se detuvo en la cafetería del parque, pidió su habitual café con leche y se sentó en una mesa junto a la ventana. Desde mi posición, pude verla claramente.

Pasó cerca de una hora estudiando y revisando apuntes. Luego, recogió sus cosas y se dirigió a su casa.

Cada día más linda y entrenada para mí, pero lo que menos me interesa es hacerla mi mujer, yo lo único que quiero es que la pase mal, que sufra, que lo haga tan lento y dolorosamente hasta el punto de desconfiar de su sombra. Confundirla hasta más no poder.

Que se odie.

Que se odie por no poder enterarse de toda la verdad.

Y después se arrodille y me suplique que me detenga, ser el centro de atención debe de ser agotador.

Para ella se terminará el querer serlo.

Y ahora, ahora solo entrenaba a las chicas, les decía que podía hacer, que estaba bien y que estaba mal. Como si ella fuera superior a todas, cuando no llegaba ni por los talones.

JENNIE KIM.

—Vamos, chicas —las alenté—. Este paso no es tan difícil si se lo proponen, tú —señalé a una de las chicas—, te quiero aquí, eres muy fuerte y tienes más confianza. Vamos, un paso al frente.

Ella dio un paso al frente, varias más que les pedí que dieran un paso adelante lo hicieron. Veía más determinación en unas que en otras, por eso me gustaba trabajar la confianza en cada una de ellas. Reconocer sus capacidades. Levanté la mirada chocándola con la de Lalisa, que tenía algo parecido a un diario en sus manos, escribía ahí, sumergida.

Aunque podía estar dibujando, ya que parecía ser su pasatiempo debido a lo que estudiaba, más a la derecha se encontraba Rosé junto a Jisoo, ambas conversando, y Nevan, que optó por quedarse a pesar de que su clase se terminó, esperando por mí, para que yo no rechazara su oferta.

Y no podía quedarse Rune, quien en estos momentos solo estaba de brazos cruzados, observándome detenidamente.

Me sentía observaba por todas partes y de cierta forma, aun teniendo a todas estas personas a mi alrededor, seguía sospechando de todas ellas. Aun sin que hicieran algún movimiento dudoso, no podía apartar esa señal de que en el fondo estaban ocultando cosas. Todos tenemos secretos, desde lo más profundo.

No está mal.

Pero algunos guardamos más de lo que nos gustaría o debemos.

—¿Algo más, capitana? —preguntó una de las chicas.