˖⁺‧₊˚˚₊‧⁺˖Epílogo˖⁺‧₊˚˚₊‧⁺˖

1.2K 158 21
                                    

༺♰༻
˗ˏˋ ✞ ˎˊ˗

"Doy la cara al enemigo y la espalda al buen comentario, porque el que acepta un halago empieza a ser dominado".

—Facundo Cabral.

˗ˏˋ ✞ ˎˊ˗
༺♰༻

JENNIE KIM.

Quise meterme a una ducha y quitarme todo su maldito contacto, todo el contacto que tuvo con mi piel hoy me parecía una molestia, algo que no quería más que eliminar. Quería borrarme todas las veces que me tocó.

-¿Sabes qué le pasa a la gente estúpida como tú? -Lalisa ladeó la cabeza-. Mueren. No digas cosas de las cuales te puedas arrepentir luego.

—¡No entiendo por qué haces esto, no te hice nada!

—¡Me rechazaste! —se sentó frente a mí en una pequeña silla—. Yo sabía perfectamente quién era el asesino, pero me callé porque si te lo decía jamás encontraría un pretexto para acercarme a ti, y tú caíste, porque eres una estúpida que con la mínima muestra de afecto se encariña.

Lalisa me había tocado. Sentía su presencia en cada poro de mi piel, como si hubiera dejado una marca indeleble en mí.

Mi piel se sentía sucia, contaminada por sus manos y sus actos. Poco a poco, un asco profundo comenzó a crecer en mi estómago. No podía creer que, a pesar de todo, no podía odiarlo completamente, pero el asco permanecía ahí. Subía hasta mi garganta.

Quería vomitar, pero el miedo y el dolor me paralizaban. Rompí a llorar, mis lágrimas cayendo silenciosamente en la oscuridad. Esto era el final, estaba cansada y dolorida. La realidad de mi situación se hacía cada vez más cara, y con ella, la certeza de que no saldría viva de este lugar.

La noche había llegado, asimismo, yo, procesando todo lo que estaba pasando, lo supe por la oscuridad a través de las ventanas. Pensé que estaría el resto de la noche sola, pero Lalisa apareció con un plato de comida en sus manos. Su figura se recortaba contra la débil luz que filtraban un recordatorio de mi tormento.

—Vas a comer —dijo, acercándome la comida.

Se sentó frente a mí y preparó todo, organizando la comida, no sabía si tenía veneno para ratas o si de una manera tan fácil quería deshacerse de mí, tomé un bocado, pero no precisamente porque quería morir, la miré a los ojos y le escupí la comida en la cara. Su expresión se endureció, y por un momento pensé que me golpearía, pero se retractó, cerrando sus ojos y respirando hondo.

—Todo lo que me dijiste sobre tu familia era mentira —dije con una carga de dolor.

Lalisa me miró fríamente, —Solo en parte —respondió—. Te conté la verdad, pero también mentí para manipularte.

No sé por qué aún quedaba esperanza de ella, no sé por qué no podía odiarla y querer matarla cuando me estaba provocando este daño tan grande. Estaba arruinando mi vida, ella junto a los demás me estaban haciendo pedazos. Cuando creí que había muerto, la única persona que estaba a mi lado, perdí parte de mis esperanzas, pero de pronto es esto, una chica haciéndome daño y queriéndome muerta.

—No tienes que seguir haciendo esto, Lisa. Sé que eres diferente —intente persuadirla.

—¿Crees que voy a caer en tu juego, Jennie? —contestó de mala manera—. No soy tan estúpida.

Se puso de pie, y desde la distancia segura, me miró con resentimiento.

—Siempre supe que nunca estuviste interesada en mí. Tuve que planear todo esto porque tú no me veías. Es tu culpa, Jennie. Eres una estúpida por no darte cuenta de como te miraban tus amigos.

There Aren't Geniuses. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora