Capítulo 6

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Nanuk

En mi habitación tras meditar un rato me dirijo en busca de mi madre. A esta hora usualmente está en su invernadero cuidando de sus plantas. Camino hacia ese lugar que tanto ama mi madre.

Me da tristeza saber que ninguna mujer de la manada ha querido ser su amiga en estos años, pese que le ha salvado la vida a más de uno. Ella es buena para la manada cuando se trata de salvar la vida de alguno, más no es buena para ser su amiga. Son uno hipócritas de mierda.

Al acercarme la encuentro mirando a la nada, su semblante siempre es triste y contrariado; las múltiples responsabilidades de mi padre como jefe de nuestra manada lo mantiene alejado de ella y yo soy otro que no le dedico tiempo a ella, porque paso el tiempo entrenando para ser el oso más fuerte y así ningún oso pudiera reclamar mi lugar.

-Madre -Me anuncio cuando estoy a su lado.

-Hoy, te esperaba -Ella me da un abrazo y un beso. Esas acciones llenan mi corazón de calor.

-¿Cómo sabías que vendría? -Ella siempre me sorprende.

-Hijo, yo te cargue nueve meses y te he visto crecer. Soy tu madre y nosotras la madres sabemos todo de nuestros hijos. ¿Qué te sucede? -Ella me insta a sentarme a su lado.

-La verdad, madre. No sé como comenzar. Se de luchas y estrategias. De explicar lo que quiero hablar contigo no sé como hacerlo -Miro al suelo. Las palabras no me quieren salir.

-Bueno, yo empezaré por ti -Ella sonríe y yo asiento con la cabeza.

-Eso de lo que me quieres hablar está relacionado con una mujer, ¿verdad? -Mi cara se calienta.

-No sé como explicarlo -Ella sonríe y acaricia mi rostro.

-No serías hombre si supieras como explicarlo. Se trata de una chica, ¿verdad? -Sonríe ampliamente.

-Si -Le respondo.

-¿La conozco? -Niego.

-No, la conocí en Anchorage. Drake y yo la rescatamos junto a su amiga. Estaban siendo atacadas por lo hombres de Yunai. Viajaron con nosotros en el bote, Manak quiere que la traiga al pueblo, está molesto por dejarla en el pueblo y Istar el oso de Drake está también molesto también. El problema madre es que no es una de nosotros. Es como... -No sé cómo decirlo.

-Es como yo -Afirma mi madre.

-No, estoy seguro de que sea mi par... -Mi madre me vuelve a interrumpir.

-No, tienes miedo de que sea tu pareja y que la manada no la acepte como a mí. Eso no debería preocuparte, si ella llegara a ser realmente tu pareja. Por más que se molesten tendrán que aceptarla; ya demostraste ser digno de guiarnos cuando sea el momento. No dejes que nadie te impida ser feliz. A demás hay una pareja para cada uno de nosotros y eso no se puede evitar. Así que si ellas es tu pareja no te niegues a aceptarla. Tu padre lo supo a penas me vio -Ella me abraza y luego se marcha dejándome solo con mis pensamientos.

No podré saberlo si no la tengo cerca. Debo descubrir si esto que sentimos es real. Si mi padre pudo luchar contra todos por mi madre; ¿porque yo no podría hacer lo mismo? Debo ir en busca de mi mejor amigo él está igual que yo y me entiende.

Encuentro a mi amigo entrenando, su cuerpo está tenso y su rostro lo demuestra también. Me acerco despacio para hablar con él.

-¡Hey! ¿Qué sucede? -él se detiene devolviéndome la mirada.

-Es esa chica, Anika. Nos tiene a Istar y a mi muy tensos. He hablado con mis padres de los que siento y se niegan a recibir a alguien que no sea de la nada. Lo que pienso es que temen que me enamore de una humana, como tu madre. En nuestra familia nunca ha habido humanos -Mi amigo suspira preocupado.

La Perdición del KodiakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora