Capítulo 7

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Magena

Nos habíamos acomodado perfectamente, no sentí el cambio, las personas son amable y gentiles; estábamos haciendo nuevas amistades, por primera vez sentía que mi vida encajaba en un lugar.

Los días transcurrían lentos, estoy feliz por el cambio, sigo extrañando a mi hermano deseando con todo mi corazón que esté bien y que los hombres de Gad no lo hayan encontrado, por otro lado, no duermo tranquila porque un hombre fuerte, musculoso y salvaje que invade mis sueños.

Un fin de semana decidimos salir a distraernos, últimamente trabajábamos mucho, así que decidimos ir a la taberna. Estábamos en el rincón más alejado del lugar, algunos hombres nos invitaban a bailar, gentilmente nos negábamos. De pronto por la puerta principal se abre, dejando ver al hombre que me está quitando el sueño.

Ellos toman asiento volviendo a ver por todas partes.

-¿Nos estarán buscando? -Le pregunto a mi amiga.

-Ni idea, quien sabe ha que han venido. Están lejos de su pueblo -Me responde mientras mira a Drake y suspira pesadamente.

De pronto nos encuentran con la mirada, se levantan de su mesa para dirigirse hacia nosotros, cuanto están a nuestro lado, no sé pe me pasa y hablo.

-Creí que no los volveríamos a ver -Comento en un susurro.

-Si, es cierto -Comenta Anika, sin darle importancia al asunto, sin embargo, yo estoy muy nerviosa.

-Vinimos a relajarnos un poco -Responde Drake.

-Na...Nanuk, tú que tienes que decir -Pregunto tensa.

-Yo vine a salir de una duda -Responde olfateando mi cuello, poniéndome muy nerviosa.

-Vamos a bailar -Propone Anika y yo estoy me tiemblan las piernas.

-Estoy de acuerdo con ese plan -Responde Nanuk tomándome por la cintura.

Pasamos el resto de la noche bebiendo y bailando, todos los chicos que se acercan a nosotros son alejados por este par, no es que me moleste, no obstante, ellos se marcharan y nosotros nos quedaremos y ya ningún chico nos mirará de ninguna manera.

-Ahora que lo recuerdo, tu venías a salir de una duda. ¿Ya saliste de ella? -A pesar de que el alcohol ya me tiene mareada recuerdo lo que me dijo al llegar.

- Umm, no...no he salido de la duda. Eso lo haremos dentro de un rato -Nanuk me responde olfateando mi cuello, yo siento que las piernas se me aflojan. Miro a un lado y veo como Anika y Drake se comen uno al otro en un profundo beso.

No tengo que esperar mucho para que Nanuk se apodere de la mía, provocando que mi cuerpo se caliente, bailamos un rato más, hasta que somos arrastradas a nuestro departamento, Anika y Drake se pierden en la habitación de mi amiga, mientras Nanuk me ve como si él fuera un depredador y yo su presa.

Me empotra contra la pared, para comenzar a recorrer mi cuerpo con sus grandes manos y arrancar a tirones mi ropa, hasta dejarme en ropa interior. Me lame la piel y de su garganta sale un gruñido animal que lejos de asustarme me excita mucho.

-Manak dice que eres mi pareja. Eso es lo que vine a comprobar y ahora que lo hemos confirmado no vamos a dejarla ir nunca, también llevaras mi marca -No entiendo de que habla, me levanta cargándome como un saco para llevarme a mi habitación.

La poca ropa que Nanuk trae sale volando, me deja ver su bien formado cuerpo, la protuberancia en su ropa interior deja ver el deseo que siente por mí. Nunca esperé despertar el deseo en un hombre, eso fue obra de mi padre hacia mi hermano y a mí. Haciéndonos creer que no somos dignos de que alguien nos ame, no sé si este hombre me amará, lo que si sé es que me desea y eso es lo único que importa por el momento.

La Perdición del KodiakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora