Seed of love

Capítulo XIV

A la mañana siguiente, Hinata se levantó temprano y se preparó para su reunión con el Hokage. Después de un desayuno rápido y de despedirse de Naruto y Boruto se dirigió hasta la oficina.

Al llegar fue recibida por Shizune, quien le indicó que Kakashi la estaba esperando, ella asintió y se encaminó hasta la oficina donde el Hokage la recibió con una sonrisa.

—Buenos días Hinata, gracias por venir tan pronto. —dijo Kakashi levantando su mirada.

—Buenos días Hokage-sama. —respondió ella haciendo una reverencia respetuosa.

—Iré al grano Hinata. Como sabes hemos estado enfrentando una serie de problemas en aldea últimamente. —comenzó a decir. —Uno de nuestros equipos de investigación ha descubierto algo preocupante en una región cercana.

—¿De qué se trata? —preguntó ella.

—Hemos detectado una presencia inusual de chakra en una región que ha estado deshabitada durante años. Tenemos que puede hacer un grupo renegado o alguna organización que planea algo contra la aldea. Necesitamos alguien con tus habilidades para investigar y confirmar lo que está sucediendo. —explicó Kakashi.

Hinata asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.

—Entiendo, Hokage-sama, ¿Cuál es la duración estimada de la misión?

—Esperamos que no tome más de unos pocos días, pero podría extenderse dependiendo de lo que encuentres. Partirás en una hora, y te acompañarán otros dos Shinobi de confianza para asegurar tu seguridad y asistir en lo que sea necesario. —respondió Kakashi entregándole un pergamino con los detalles de la misión.

—Gracias, haré todo lo posible para cumplir con la misión.

—Se que harás un excelente trabajo Hinata, confío en ti.

Hinata sonrió, hizo una reverencia y salió de la oficina. En el camino de regreso a casa pensaba como le diría a Naruto y a su pequeño hijo. Dani que Naruto estaría preocupado pero también entendía que era su trabajo como Kunoichi.

Al llegar a casa encontró a Naruto jugando con Boruto en el jardín. Se acercó a ellos con una sonrisa.

—¡Mamá está de vuelta! —exclamó Boruto corriendo hacia ella.

—¿Cómo te fue? —preguntó Naruto levantándose y acercándose también.

—Tengo una misión. —dijo agachándose para estar a la altura de Boruto y acacriciando su cabello. —Es importante pero no creo, que tome mucho tiempo.

Naruto la miró con preocupación pero también con entendimiento.

—¿Cuando sales? —preguntó el rubio.

—En una hora. —contestó ella.

—Prométeme que tendrás cuidado.

—Te lo prometo Naruto-kun. —dijo sonriéndole.

—Mamá, no te vayas. —dijo Boruto haciendo un puchero.

—Solo será por unos días cariño. Estaré bien.

Hinata se preparó para la misión organizando todo lo que necesitaría y pasando tiempo con su familia. Cuando llegó la hora de partir, Naruto y Boruto la acompañaron hasta la entrada de la aldea.

—¡Cuídate mami! —dijo Boruto abrazándola.

—Lo haré cariño. —dijo devolviéndole el abrazo y dándole un beso en la frente.

—Te estaremos esperando amor. —dijo Naruto animado.

La tomó de la muñeca y la jaló hacia él.

—Yo también merezco un beso de despedida ¿no crees? —dijo coqueto con una sonrisa.