Capítulo VII

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Caminaba tranquilamente por la aldea, era de noche, así que buscaba un lugar para cenar.
Se distrajo al escuchar la voz de Konohamaru, quien estaba hablando con Naruto y Hinata, parecía emocionado, así que la curiosidad le despertó y se acercó lentamente.

—Eso es increíble Naruto-niichan, me alegro por ustedes.

—Naruto, Hinata. Hace mucho que no los veía. ¿Que hacen por aquí? ¿Salieron a cenar? —dijo Iruka mientras se acercaba tímidamente.

—Si, apenas hoy regrese a la aldea, y queríamos celebrar una gran noticia. —contestó el rubio alegremente

—¿Se puede saber cuál es? —preguntó el maestro con curiosidad.

—¡Hinata-neesan está embarazada! —gritó Konohamaru.

El castaño abrió sus ojos como platos, no podía procesar lo que acababa de escuchar. Tardó en contestar hasta que lágrimas de nostalgia comenzaron a salir.

—¿¡E-en serio!? ¡Eso es increíble chicos! ¡Felicidades! —dijo mientras se limpiaba el rostro. —Me alegro tanto por ustedes.

—Gracias Iruka-sensei. —contestó Hinata amablemente.

—¿El señor Hiashi ya está enterado? —preguntó Iruka con curiosidad.

—Aún no, me enteré de la noticia apenas ayer, no he podido hablar con él aún. —dijo la ojiperla.

—Iremos mañana. —acompletó el rubio.

—¡Wow! Chicos, estoy muy feliz por ustedes, estoy seguro de que serán unos grandes y buenos padres. —dijo Iruka con una cálida sonrisa.

—Y yo seré el mejor tío para ese pequeño, o pequeña. —dijo Konohamaru.

—Gracias, gracias a los dos. contestaron para después seguir su camino hacia el restaurante.

Iruka solo los miraba marcharse con una sonrisa en su rostro, realmente se veían felices, ellos estaban a punto de formar una hermosa familia, y no tenía ninguna duda, ambos iban a ser grandes padres.

A la mañana siguiente la pareja se dirigió a la mansión Hyuga.

Tocaron el timbre y uno de los sirvientes los recibió de manera agradable.

—¡Lady Hinata! ¡Naruto Uzumaki! Adelante, pasen.

—¿Hinata? —dijo Hiashi cruzando el marco de la puerta.

—Padre, buenos días.

—Buenos días, suegro. —contestó Naruto.

—Que agradable sorpresa, ¿qué los trae por aquí?

La pareja solo se miró

—¡Nee-samaaaa! —una voz de una niña se escuchó a lo lejos.

—Hanabi, que legaría verte. —dijo la ojiperla.

—Hola cuñado. —dijo mientras miraba a Naruto de manera desafiante. Este solo se limitó a sonreír y saludar. —Pasen, pasen, los invitamos a desayunar.

Se dirigieron hacia el comedor principal y comenzaron a compartir el desayuno, comenzaron hablando de cómo les iba en su nueva vida de casados y en lo que ambos habían hecho últimamente. Sus misiones y sus salidas con amigos.

Cuando acabaron de desayunar, ambos se miraron fijamente sabiendo que ya era hora.

—Hanabi, suegro. —sonrió nerviosamente. —Hay algo que queremos decirles. —dijo el rubio mientras sostenía la mano de su esposa con fuerza

—¿Qué pasa? ¿Todo está bien? —preguntó Hiashi preocupado.

—Si padre, todo está bien, de hecho, estamos muy emocionados de compartir una noticia con ustedes.

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