¡Eres mi Alfa! y tú mi Omega (ForceBook,)

Capítulo 11

A la mañana siguiente:

Kasidet y Force iban tomados de la mano, regresando a la entrada del bosque. Kasidet desde ayer quitó los tabús con el tema del amor, ahora no creía que fuera tan malo que alguien lo amase.

- La última cita, ¿te puedo invitar a salir yo? - preguntó Kasidet, esta vez sentía que ya era momento de mostrarle lugares que siempre quiso ir acompañado. Force lo pensó por un momento.

- ¿No debería el alfa invitar a salir al omega? - preguntó, pero Kasidet giró los ojos.

- No tiene porqué ser siempre así - respondió Kasidet ofendido - los omegas también podemos invitar a salir a los alfas - Force rió.

- Está bien, está bien, lo que tú digas - aceptó Force riendo, aún no podía tomar enserio la propuesta del príncipe.

- ¡Es enserio! - exclamó molesto - ¡quiero invitarte a salir! - Force dejó de reír.

- Lo siento, está bien, ¿para dónde me quieres llevar? - preguntó Force interesado.

- Es un secreto - respondió Kasidet, pero Force bufó.

Al llegar a la entrada del bosque, ambos chicos se veían tomados de la manos, importándole menos al príncipe aquel acto de amor, que desde un inicio, seguro repuduaria.

- Nos vemos en la próxima cita - se despidió Force tocando suavemente la mejilla del chico con su pulgar, mientras que una sonrisa se tallaba en su rostro, Kasidet asintió, tomando la mano del chico.

- Nos vemos en la próxima cita - aseguró Kasidet.

La sonrisa de Force se ensanchó, que sin pensarlo dos veces, se acercó y lo besó, y esta vez, Kasidet no se negó, y sólo correspondió. Al separarse, Force soltó al príncipe para que se fuera, y Kasidet así lo hizo.

El príncipe estaba que saltaba de alegría, no pensaba que aceptar el corazón de alguien más, le haría tan feliz.

Al llegar al castillo, Kasidet entró sin importarle si sus padres le reclamaban por no pasar la noche en el castillo, y con su estómago rugiendo, se acercó al comedor, y al ver que a penas estaban colocando el desayuno, se sentó a esperar que terminaran de colocar la comida, ya listo, Kasidet comenzó a comer, sintiéndose muy feliz. Luego de desayunar, iría a buscar en varios sitios, como tener una bonita cita romántica, y de como debía comportarse con su alfa, pensaba que su actitud fría, no lo ayudaría mucho en la cita, y temía que Force se aburriera de él.

Ya desayunado, Kasidet tomó un cuaderno y lápiz, y salió del castillo. Fué para los cines, observando varias películas de amor, al igual que leyó en varias bibliotecas poemas de amor, incluso le pidió consejos de amor a los ancianos del pueblo, cosa que le ayudó un poco.

De vuelta al castillo, Kasidet se tiró en su cama, estaba cansado de tanto buscar, aunque no encontró mucho, no se rendiría, aún faltaban varios días para verse, así que se relajó un poco, seguiría buscando en fuentes alternas, ya que las personas cercanas a él, serían las últimas en preguntarle, los conocía muy bien, su mejor amigo, seguro le diría que se lo llevara a la cama, cosa que no quería hacer aún, deseaba conocerlo aún más, así que  esperaría por eso, deseaba que se diera de forma natural, y sus demás conocidos, sabía que le diría lo mismo, y sus padres, le dirían que se enfocara más en el reino y no en estupideces, suspiró, y abrazó una almohada, deseando que su plan funcionara, y que su cita sea un éxito