⟪𝟏⟫

51 5 0
                                    

♡≪═══════≫♡≪════════≫♡

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

♡≪═══════≫♡≪════════≫♡

Nunca se me cruzó por la cabeza que un día sorpresivamente estaría viviendo en la ciudad de mis sueños, hoy ya se cumplen cuatro años de que nos mudamos aquí, en esta bella ciudad, Londres. Mi hermana consiguió abrir un negocio el cual estuvo planificando muchos meses antes de venir aquí, decidimos dejar la universidad para centrarnos plenamente en nuestro local. A los pocos días de abrir se sumó al puesto de empleada su mejor amiga Skye, el puesto de gerente se lo terminó ganando el que hoy en día es mi ex pareja, entre nosotros dos todo terminó regular, ya que antes de conseguir el puesto aquí, se centraba en otras cosas, su universidad y algún que otro curso, no teníamos tiempo para absolutamente nada, no nos hablábamos, no podíamos vernos y así fue como todo en cuestión de pocos meses o hasta un año, todo llegó a su fin ya que terminé por colapsar, tomé la decisión que sentía que era lo mejor para los dos, aún recuerdo cuando lo cite para vernos, ese era el primer día en meses que tuvo un tiempo para mi, lo que no se esperaba es que le saliera con ese comunicado, por más que le costó entender, aunque las cosas eran totalmente obvias, terminó por entender y darse cuenta de todo, sentía como miles de cuchillas se habían clavado con cada palabra que le dije, aquel día volví a mi casa y cuando entre a mi habitación lo primero que hice es sacar todo lo que tenía de él. Estuve días tratando de asimilar lo que había pasado, la relación que creí que sería la última, llamé por meses amor a esa persona que logró curar cada pequeña herida y cicatriz, las cuales habían ocasionado mis padres y sobre todo a la persona que comencé a llamar pesadilla, mi hermano, desde que tengo uso de razón, al final de todo, Archie terminó rompiendo algo que él mismo había sanado. Ahí es donde entendí que el verdadero amor no siempre existe y que hasta la persona más buena te puede terminar destruyendo.

Mi hermana y yo nos independizamos, nos mudamos a un departamento que da la casualidad que no quedaba muy lejos de nuestro local. Nos encontrábamos terminando de preparar el almuerzo, cuando de la nada mi móvil comenzó a sonar, me acerqué y conteste sin mirar.

—¿Hola quien habla? —respondí dubitativa.

—¡Como que quien habla! tu mejor amiga, ¿se puede saber dónde están? las estoy esperando hace no sé cuantos minutos.

—¿Archie no se encuentra contigo? recuerdo que Sel le dio una llave, por algo es el gerente —suspiré mirando al techo.

—Aún no aparece por aquí, se habrá dormido o tendrá tráfico, no lo sé.

—Danos un momento y enseguida estamos por ahí, no me di cuenta de la hora, se nos hizo algo tarde y cuando vea a Archie lo matare.

Nos despedimos y cuando terminé de colgar, miré a mi hermana y le dije que se apurara que se nos hizo tarde y el café tenía que estar abierto hace rato, miró su celular y al ver que hora era casi se atraganta con la comida, por suerte le quedaba poco, saltó de la silla y se fue corriendo a su habitación a cambiarse, yo hice lo mismo y ambas salimos con el uniforme, sin duda alguna mi hermana había hecho un trabajo increíble con el diseño, creo que éramos el primer local en usar sudaderas como uniforme, eso lo hacía único, un bonito rojo con negro y las letras blancas con el nombre de nuestra segunda casa. Luego de debatir quién iba a conducir, con un piedra, papel o tijera, terminé perdiendo, aunque me dijo que por más que le hubiera ganado no me dejaría conducir, me saqué el carnet hace poco pero no le gustaba mi forma de conducir, años jugando al Grand Theft Auto V para nada. Terminé de agarrar mis cosas y salimos en dirección al coche, vivíamos a pocas calles pero ninguna de las dos quería caminar.

El amor a través de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora