Dicen que el verdadero amor no es para siempre, al menos pensaba que con Archie si lo seria pero al estar el trabajo en el medio de nosotros, todo cambio fugazmente, entendi que debia dejarlo ir aunque miles de cuchillas se clavasen dentro de mi alm...
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Trabajar en este lugar siempre había sido mi lugar feliz, más cuando tenía a personas que lo hacían sentir aún mayor. Mi mejor amiga Ashley también terminó encontrando un puesto de trabajo aquí. Asher empezó a trabajar y de apoco nos conocíamos mejor, a Sel seguía sin gustarle mucho su presencia pero para no dejarle sin trabajo lo aceptó. Por primera vez en el local había tranquilidad, tal vez porque era Lunes, no quería cantar victoria tan pronto, conociendo mi mala suerte, sabía cómo podían terminar las cosas. Como estaba medio desierto decidieron poner alguna que otra pequeña oferta y así fue como una diminuta multitud comenzó a llegar, nos pusimos manos a la obra y todos quedaban satisfechos con la atención, los precios y sobre todo los platos.
Todo iba bien, hasta que reconocí la silueta de alguien familiar, entre tanta gente pude verlo, ¿qué hacía él aquí? Lo último que supe de él es que terminó en la cárcel por una pelea callejera. Traté de evitar hacer contacto visual pero fue en vano, me reconoció al instante.
—¿Hermanita? que sorpresa encontrarte aquí, es mucho de tu estilo este sitio, te pega bastante la verdad —levantó un poco la voz y yo solo agaché la cabeza muerta de vergüenza.
—Matt, no me molestes ahora, dime que quieres para llevar o comer aquí y te desapareces de mi vista —lo miré de reojo con mucha seriedad.
—Veo que alguien se levantó con el pie izquierdo, ¿así vas a tratar a tu hermano mayor? el cual te ha estado extrañado demasiado —dijo mientras miraba los carteles.
—Mira Matt, no tengo tiempo para tus actuaciones, no te hagas el hermano bueno, te pido que pidas y te largues de aquí, no te quiero ver, ¿lo entiendes? —me di cuenta que levante mucho la voz y aunque haya sido el centro de atención, me daba igual, solo quería que desapareciera de mi vista.
—¿Están locos en este negocio? sirven platos bañados en oro no pienso pagar por esas esa cantidades, ¿no hay descuento por ser familiar?—me miró fijamente. Conocía perfectamente esa mirada y no pensaba caer, esta vez no.
—Que te acostumbres a comer en sitios con baja calidad o la propia comida que hace nuestra madre no es asunto mío, en esta zona hay restaurantes o cafeterías de buena calidad y la nuestra es muy visitada. Los precios de España eran otros, acostumbrate hermanito.
—No hacemos descuentos por familiares, seré nuevo pero conozco las normativas de cada lugar en el que he estado y creo que no te quedo muy claro las palabras de mi compañera, ¿Matt, te llamabas? me da igual, te está pidiendo que pidas algo y te largues, no queremos problemas, estamos trabajando, si no te gusta el precio pues mi querido amigo te hubieras, ido a comer a otro sitio ya que justamente esos carteles no están con sus respectivas ofertas, lo que anunciamos por internet nada más tiene ofertas,las cuales se encuentran en el cartel de la entrada. Ahora bien o haces lo que te está pidiendo o no tendré ningún problema en llamar a la querida seguridad que se encuentra en la entrada, ya que la estas incomodando enfrente de toda esta gente que espera su turno para ser atendido y las que vienen a disfrutar de un maravilloso y agitado Lunes —Asher se acercó a él y lo enfrentó.
