Dimples ➳ Lay

017.

-¡Bang Minhee levántate ahora!

Aunque Minhee aun seguía dormida o algo así, escuchó ese grito, pero lo ignoró y durmió veinte minutos más.

Estiró todo su cuerpo aun acostada y de puso de pie, salió de su cuarto y fue directo por algo de comida. Cuando entró a la cocina, su hermano estaba ahí tomando agua.

-Tuve una pesadilla hoy.- Minhee soltó una risita.- Mamá gritaba que me despertará.

Una garganta carraspeó tras de ella, su cuerpo se congeló. Minsoo quería reír, pero tenia su boca llena de agua, tragó y le dijo:

-Volvieron de Japón.

Minhee bufó y se giró a verla.

-¿Así que soy una pesadilla, eh?

-Uhm... si.

Su madre la apartó del camino para abrir la nevera.

-No es lindo verte para mi también.

-Si, si, como sea.- Minhee se recargó en la mesada y tomó una manzana.

-¿Cómo va la escuela?- Preguntó su mamá.

-Wow, no ves en días y solo te importa la escuela... típico.

-Déjate de tonterías... ¿cómo va?

-Como siempre.- Tiró la manzana al cesto.- Cada segundo que pasa confirmo que eres una pésima madre...

-Minhee, cálmate.- Intervino Minsoo.

Minhee se sintió ofendida, pero Minsoo solo quería que la situación fuera peor. Está mas que claro que Minsoo aprecia a su hermana más que todo, incluyendo a sus padres. Minhee salió de ahí con paso seguro pero su madre la detuvo.

-¿Quieres que sea una buena madre?

-Ni aunque vuelvas a nacer cambiarías.- Bufó.

La señora Bang miró furiosa a su hija. Levantó su mano para pegarle a Minhee, pero Minsoo se entrometió y tomó con fuerza el brazo de su madre, después la soltó delicadamente.

-No, madre.- Dijo enojado y después miró a Minhee.- Tranquila.

-Yo podría cambiar...- Musitó su madre.- Pero no lo haré hasta que deje de tener una hija tan mediocre.

Minhee apretó los puños conteniendo su enojo y furiosa se fue a su habitación.

-Hija mediocre. Buena para nada. Holgazana. Mala persona. Ilusa. Si fueras como la hija de Baekji. Blah, blah, blah... Eso no es tan importante como el amor y cariño de una madre.

Minhee había prometido no llorar nunca más por los insultos de su madre, pero esto era el limite. Era fuerte, pero no invencible.

Visualizó su celular en la cama, marcó un número y llamó.

-Si Jongdae, soy... Necesito que me hagas un favor.- Hablaba mientras se limpiaba las lagrimas.- Quiero que me digas el número de Yixing... No te hagas el tonto, ya sé que lo sabes todo... Si, si, mándalo por sms. Okey gracias, bye.

Minhee esperó el mensaje de Jongdae, cuando lo recibió, marcó rápida.

-¿Hola?- La voz de Yixing atendió rápido.

-Soy yo.

-Lo sé.

Minhee sonrió por eso.

-¿Cómo sabes mi número?

-Jongdae...

-Ese chico...- Murmuró.- En fin, ¿estás ocupado?

-No, ¿necesitas algo?