Dimples ➳ Lay

028.

Había pasado un año.

Un increíble año para Minhee y Yixing. Desde el primer día que Minhee dejó su casa, todo había estado mejor en su vida e incluso se había resuelto los conflictos que tenía con ella misma. Claro que con su madre tuvo muchos problemas, logró tener una plática civilizada con ella y su padre, el cual logró calmarlas a ambas. Era triste, pero Minhee sabía que sus padres no la apreciaban, su madre menos, y eso se los hizo ver, consiguiendo así su permiso para irse de casa. Minsoo estaba feliz, no por el hecho que su querida hermanita se iba, sino porque por fin iba dejar de sufrir.

Aunque, le pusieron una condición, la cual era visitar a su hermano y fue algo a lo que Minhee no se opuso. Además su padre le había abierto una cuenta en el banco, con el suficiente dinero para apoyarse por un tiempo, sin embargo, ella no lo tocó en lo absoluto, ni siquiera cuando le propuso a Yixing pagar la mitad del apartamento, él se lo prohibió, diciendo que en verdad no hacía falta.

Su estadía en la casa de Lay le había servido mucho; ella sabía su realidad, antes era una pequeña caprichosa que con sólo extender la mano sus padres le daban dinero para que se callara, la limpieza de su hogar la hacía una señora y ella no se tenía que preocupar por ello o por alimentarse, se le hacía fácil comprar algo de comida ya hecha. Pero ahora, las cosas habían cambiado, había aprendido a cocinar y aunque no era necesario ya que Yixing acostumbrara a llevarla a comer, le gustaba aprender nuevas recetas y practicar, limpiaba el departamento con él, repartiéndose las tareas y sobre la escuela, increíblemente había logrado subir su promedio con la ayuda de Yixing.

Bang Minhee era ahora alguien responsable, pero eso no le había quitado su lado fiestero. Cada que tenía la oportunidad, se iba de fiesta con Yixing y sus amigos o se iba de antro con Suyoung en sus típicas "noche de chicas".

Su relación con Yixing se había formalizado hace tiempo y ella no podía estar más feliz con él a su lado. Era hermoso tener a alguien que realmente te amaba y apoyaba. Su relación era fuerte, aunque tenían sus leves peleas, simplemente ella no podía estar enojada con él más de dos minutos.

De poco en poco las cosas malas en su vida de habían dispersado; su madre, Kris, la triste vida que tenía con su familia. Ahora le tocaba a ella emprender un nuevo camino, su graduación por fin se acercaba y era algo que la tenía muy nerviosa, a la vez que emocionada.

Talló sus ojos con fuerza y soltó un fuerte bostezo, sentía el subir y bajar del pecho de Lay donde ella estaba recostada, levantó un poco la vista para encontrarse con su ángel durmiendo aún.

— Hey, amor...— Lo llamó.— Yixing, es hora de despertar.— Hablaba en voz baja, Lay ya estaba haciendo muecas.— Es tarde y tenemos muchas cosas que hacer.

— Un rato más.— Murmuró, se movió en la cama, abrazándola y pegándola a su cuerpo.

— Tengo que ir con el comité del baile sino no tendré los créditos extra.— Recordó.

Yixing abrió un ojo para poder verla.— ¿Qué comité? ¿Qué baile?

— El de graduación. Nuestra graduación.

Se reincorporó de la cama y la miró confundido. Había estado tan al pendiente de sus trabajos finales que olvidó por completo el baile y que su novia era una de las organizadoras.

— Lo olvidé, lo siento...— Dijo y se puso de pie para entrar al baño. Iba a ducharse, se estaba lavando los dientes antes y entonces recordó lo más importante. Él no había invitado a Minhee aún. Sin importar que estuviera ya sin camiseta, Lay volvió con su novia a la habitación.

Minhee se sobresaltó al verlo cruzar de la puerta de esa manera tan violenta y ese aspecto tan sexy, pero más lo fue cuando Yixing la tomó de la cintura y la elevó.

— ¿Qué sucede?— Balbuceó y él sonrió.

— Princesa, ¿quisieras ir al baile de graduación conmigo?

— Dios, Yixing...— Dejó caer su cabeza en el hombro de él.— Eso ni se pregunta. ¡Me asustaste!

— No fue mi intención.— Soltó una risita y la besó hasta que sus pies tocaran la alfombra de nuevo.— 'Por cierto, buenos días.

— Tardes.— Lo corrigió y salió de la habitación con él detrás.

Después de una hora, ambos se encontraban ya en el auto de él en camino a la escuela. Sus manos juntas y ellos hablando de cosas random.

— Sabes, sigo sin creer que seas parte de un comité.— Se burló.

— Es el comité del baile, el baile significa fiesta y si me van dar puntos extra por organizar una fiesta, es obvio que participaré.