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El día más esperado llegó, la coreana y su novia se encontraban afuera de la casa de Chaeyoung. Eran las 11 de la mañana, Chaeyoung había esperado a que Mina termine de enseñar una clase de piano a un alumno para que pueda estar con ella en este momento.

—Mina, antes de entrar quiero hablar contigo, por favor. — pidió.

—Claro, Chaengie, dime.

—Mina, yo... te voy a ser sincera, tengo miedo, mucho miedo, no sé cuál vaya a ser la reacción de mis padres ante eso. — admitió. — Pero quiero que sepas que te amo mucho, gracias por estar en mi vida cuando más lo necesitaba. En este poco tiempo que no conocemos me has hecho la chica más feliz del planeta, siempre estaré agradecida contigo de eso.

—Chaengie, ¡me harás llorar! Todo va a salir bien, ¿de acuerdo? — trató de hacerla sentir mejor.

Chaeyoung tomó un suspiro y tocó el timbre de su casa, donde abrió la puerta su madre.

—Oh, hija, trajiste a tu amiga — se refería a la japonesa — que vergüenza y yo en estas fachas. — bromeó — En fin, pasen. — se puso a un costado para darles permiso. — ¿Desean algo de tomar?

—Para mi un vaso con agua estaría bien señora Son, gracias. — dijo Mina.

—Yo estoy bien así mamá, no te preocupes.

—Bien, entonces ahorita le traigo el agua señorita Mina. — se retiró.

Mina inspeccionó rápidamente toda la casa, se dió cuenta que era un poco antigua, pero bonita. A su lado izquierdo pudo notar un cuadro grande de Dios, se notaban que eran súper religiosos, pero no notó cuando la coreana comenzó a temblar desesperadamente.

—M-Mina... — susurró Chaeyoung temblando — no puedo hacerlo...

—Chaengie, ven siéntate acá. — señaló y se sentaron ambas en el sillón grande de la sala — Tu si puedes hacerlo, no tengas miedo. Pero si sientes que no estás lo suficientemente preparada para hacerlo hoy, no hay problema, podemos esperar un tiempo más, amor.

—Y-Yo... no, yo si puedo hacerlo. Estoy lista. — confirmó.

—Aquí está el vaso con agua que me pidió.

—Muchas gracias. — agradeció con una mini reverencia.

—Mamá, ¿podrías decirles a papá y a Tzuyu que bajen? Necesito decirles algo.

—Por supuesto. — caminó hasta la punta de la escalera — ¡Amor, Tzuyu, bajen! — gritó.

Los nombrados bajaron las escaleras rápido, sorprendiéndose al ver a la persona que estaba al costado de Chaeyoung.

—Amor, ¿ella acaso no es la ex profesora de Chaeyoung y Tzuyu? — habló el señor Son.

—Oh, sí, ahora son amigas.

—Hola enana, hola Mina. — saludó perezosamente la alta.

—Hola Tzuyu, buenas tardes señor Son. — se paró y hizo una mini reverencia.

—Pues bueno, aquí están, ¿para que los querías, Chaeyoung? — preguntó la señora Son.

—Ehh, tengo algo importante que decirles.

Tzuyu conocía muy bien a su hermana, y sabía perfectamente lo que iba a decir, así que comenzó a mover disimuladamente la cabeza en forma de negación, diciéndole indirectamente que no lo haga en esos momentos, pero lamentablemente la coreana no la vió.

—No me digas que... ¿¡estás embarazada, Son Chaeyoung!? — gritó su padre.

Lo único que se escuchó en esa sala fue a Tzuyu riéndose fuerte, Mina ahogándose con el agua que había tomado y Chaeyoung negando rápidamente a la locura que había dicho su padre mientras le daba golpes en la espalda a Mina.

—¡Por Dios papá, obvio no! — exclamó Chaeyoung.

—Discúlpenme por el hecho de que me haya ahogado con el agua, que vergüenza. — se paró y hizo una reverencia una vez más.

—No te preocupes, pero, ¿entonces que es lo que nos quieres decir, Chaeyoung? — preguntó el mayor.

Se sintió tensión en la sala.

—Mamá, papá, quiero decirles que Mina no es solo mi amiga, ella es mi novia.

Hubo un silencio incómodo por unos segundos, donde Mina agarró la mano de Chaeyoung y la apretó en forma de apoyo.

—¿Es una broma, verdad? — dijo su madre.

—Claro que es una broma, mi hija no puede ser una asquerosa lesbiana. — bufó el padre — Chaeyoung, retráctate ahora mismo. — ordenó.

—No, no lo haré. Esto no es ninguna broma, Mina es mi novia, y aunque les duela o no, yo la amo.

El señor Son se acercó a Chaeyoung y le tiró una cachetada en su mejilla, para luego tirarla al piso y comenzar a pegarle. Rápidamente Tzuyu y Mina comenzaron a tratar de separarlos, mientras la señora Son miraba todo desde lejos.

—¡Papá, basta! — gritó Tzuyu.

Cuando por fin lograron separarlos, el señor Son fue hasta donde Mina y la acorraló en la pared, mientras la agarraba del cuello, impidiéndole la respiración.

—¡No, suéltala! — corrió la coreana hasta su novia y la jaló. — ¡Es conmigo con quien debes de pelear, no con ella!

—Son unas asquerosas, se van a ir al infierno. ¿Por qué no podrías ser como tu hermana Tzuyu? Ella es si es normal, no como tú. — habló su madre.

—Pues entonces mi hermana y yo nos iremos juntas. — se metió Tzuyu a la conversación — Por qué yo también tengo novia, y no saben cuanto la amo.

—Tzuyu... — susurró sorprendida la más baja.

—No lo puedo creer, mis dos hijas son unas pecadoras asquerosas, ¡se van a ir al infierno! — exclamó el padre enojado.

—¡Ya basta! Hacen mucho teatrito — contestó Tzuyu — Mina, llévate a Chaeyoung a tu casa. Lo mejor es que se vayan.

—Ah no, eso si que no, ustedes se quedan acá. — ordenó el mayor.

—Papá, Chaeyoung tiene de 20 años, ella ya puede decidir qué hacer con su vida, al igual que yo. Me iré a mi habitación, más a tarde iré a casa de mi adorada novia. — la alta se fue como si nada hubiera pasado.

—Con permiso, lo siento por todo lo ocurrido. — Habló Mina con voz cortante y se fue de la mano con la coreana.

Profesora Myoui - MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora