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Mina se encontraba dando clases de piano a sus alumnos, ayudando a los que se les complicaba y reforzando a los que ya sabían.

—Bien, sigan practicando esas notas, voy a tomar asistencia. Recuerden que si digo sus nombres tienen que levantar su manito lo más rápido posible, ¿está bien? — un "si" salto a los oídos de la japonesa.

—Maestra. — se acercó la pequeña Kaylee.

—Dime, Kaylee. — le sonrió.

—Le tengo un regalo.

Kaylee fue corriendo hasta donde estaba su mochila y la llevó hasta donde estaba su profesora. Abrió su mochila y de ella sacó una manzana.

—Tome profesora, es para usted.

—Muchas gracias, Kaylee. — agarró la manzana — La comeré ahora mismo.

—¡Espero le guste! — exclamó — Mi mamá me contó que a usted le en-encantan las manzanas.

—Oh... — se sorprendió — ¿De verdad te dijo eso?

La pequeña Kaylee asintió.

—Sí.

—Bien, — suspiró — gracias por la manzana Kaylee. — le sobó su cabezita.

—De nada, maestra. — le dió un beso volado y se fue a su asiento.

Mina se quedó mirando la manzana, algo dentro de ella le gustaba que Chaeyoung haya recordado su gran amor por las manzanas.

Flashback:

¡Minari! — gritó Chaeyoung.

—Silencio, vas a despertar a Ray. — avisó.

—Mina, tú y yo sabemos que ese perro no se despierta con nada.

—¡No hables así de mi hijo! — la acusó.

—Lo siento, señora.

—¡No soy señora! Solo soy unos cuantos años mayor que tú.

—Bueno, señora. — bromeó — Te tengo una sorpresa.

—¿Una sorpresa?

Chaeyoung asintió.

—Pero antes, debes darme un beso.

—¿Es una orden? — preguntó.

—Ujum.

—En ese caso, — se acercó a la coreana — no solo te daré uno, te daré miles. — la besó.

—¡Yah! — habló en medio beso — Acosadora.

Ambas se rieron y volvieron a juntar sus labios, pero este vez para darse un beso largo y dulce.

—Toma. — le extendió una canasta llena de manzanas, rojas y verdes.

—¿Manzanas? — preguntó confundida.

—Ayer mi mamá llegó de ver a mi abuela a la casa, vino con varias canastas llenas de manzanas. Mi abuela cosecha en el campo. — explicó detalladamente — Así que pensé que sería buena idea traerte una canasta.

—¿Me trajiste por amor o solo te querías deshacer de tantas canastas?

La sonrisa de Chaeyoung se fue desvaneciendo poco a poco. ¿Había escuchado bien?

—¡Amor! ¡Era broma! — exclamó Mina.

—Pensé que estabas dudando de mi. — se puso triste.

Profesora Myoui - MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora