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—Mierda, mi cabeza. — murmuró Chaeyoung para ella misma.

Iba a darse la vuelta para volver a dormir en una mejor posición, hasta que sintió un peso a su costado. Rápidamente abrió mis ojos y vió algo que jamás esperó ver.

Su maldita profesora Myoui Mina durmiendo a su costado, se asustó, pero derrepente se dió cuenta que no tenía nada de ropa y dió un fuerte grito.

—¿¡Qué pasó, por qué gritas!? — preguntó Mina toda alterada mientras se levantaba de la cama.

—¿Por qué carajos estoy desnuda, Mina?

—Encima lo preguntas, que descarada. — se burló amargamente. — Te di un maravilloso squirt, fui tu primera en todo, cariño.

—¿Squish? Qué mierda será esa, sabes que te puedo denunciar por tocarme sin mi consentimiento, ¿verdad?

—Por Dios Chaengie, si tu eras la que prácticamente me pedía que te de como cajón que no cierra. — hablaba mientras se ponía su vestido, ya que había dormido en ropa interior.

—Y-Yo.... — la coreana se quedó sin palabras al ver el hermoso cuerpo de Mina. — M-Mientes, eso, mientes.

—¿Mentir yo? Ay cariño, de verdad que no me conoces, si no me crees, puedes preguntarte a ti misma por qué eres la única desnuda. — Mina miró a Chaeyoung como si se la quisiera comer, otra vez. — Por cierto, lindos pechos.

Chaeyoung se miró a si misma y se dió cuenta que estaba aún desnuda, rápidamente se tapó con la cobija.

—B-Bueno, me voy. No soporto estar un segundo más en este lugar.

—Yo también me voy, si quieres te puedo llevar hasta tu casa, tengo el auto parqueado afuera.

La coreana lo dudo por unos segundos, debido a sus condiciones tendría que tomar el metro ya que seguramente Tzuyu se fue a un hotel con Sana. Aparte, tampoco tenía tanto efectivo como para irse en taxi, y si iba caminando llegaba en una hora hasta su casa.

—Acepto, pero ahora sal de la habitación por que me
voy a cambiar.

—Bien, te espero afuera, no te tardes mucho. — habló Mina para después cerrar la puerta de la habitación.

Ya sola, Chaeyoung se tiró a la cama recordando levemente todo lo sucedido ayer, en como la besaba, en como la tocaba. ¡Dios! Era tan excitante, necesitaba repetirlo definitivamente.

...

—Es aquí. — dijo Chaeyoung cuando Mina se estacionó al frente de su casa — Gracias por traerme.

—No hay de que, fue todo un gusto.

—Entonces, supongo que esto es un adiós. — mencionó triste.

—Claro que no, boba. Dame tu celular.

—¿M-Mi celular? ¿Para que o que?

—Dámelo. — ordenó.

—E-Está bien, toma — le extendió el celular.

Chaeyoung vió como Mina apuntaba su número en su celular, por un momento se distrajo en sus hermosos dedos, ¿a quien iba a mentir? Mina tenia unos dedos demasiados hermosos... Al parecer alguien había amanecido algo hormonal hoy.

—Listo, toma. — le entregó el celular — Ahí está mi número. — sonrió — Prométeme que me vas a escribir, por favor.

—Obvio que te escribiré.

—Te creeré, ahora baja, tus padres deben de estar preocupados.

—Está bien, ¡adiós Mina! — se despidió con un abrazo y bajó del auto.

Cuando bajó, vió como el auto se alejaba más y más, mientras que una sonrisa tonta aparecía en el rostro de la coreana.

—Dios, te lo pido, que mis papás no me maten.... — murmuró entrando a su casa.

—B-Buenos días. — dijo al ver a sus padres y a una Tzuyu demasiado resaqueada en la mesa desayunando. — Yo... ehhh... ¡adiós!

—¡Son Chaeyoung te quedas ahí! — gritó su madre —¿Qué son estas horas de llegar?

—Me quede dormida en la fiesta, me levante y me vine para acá, no volverá a pasar.

—Claro que no volverá a pasar, — la miró de arriba abajo, dándose cuenta de algo — pero a la próxima, te tapas esos chupetones y te inventas una mentira mejor.

—P-Perdón. — se disculpó la coreana mientras sentía como sus mejillas ardían cada vez más de la vergüenza.

—Dejando todo este incidente de lado, vengo a recordarte que hoy es tu primera clase de piano. Te diría que estás castigada y que no puedes ir, pero se lo importante para ti que son esas clases y el piano. Así que no te castigaré, pero que sea la primera y la última vez que me llegas a esta hora Son Chaeyoung, ¿entendido? — habló enojado su padre.

—Si papá, perdón.

—Ahora, anda cámbiate y baja a desayunar.

—Está bien, ahora bajo.

Y con más tranquilidad, Chaeyoung subió a su habitación a cambiarse para ir a desayunar. Pero claro, sin olvidar que había tenido su primera vez con la mujer más bella en todo el mundo, Myoui Mina.

Profesora Myoui - MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora