¿Error o suerte? (Pedido)

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Aquí estoy de nuevo con otro pedido de Raphaeldark, en el que vamos a explorar un nuevo universo alternativo. Creo que nunca había escrito un capítulo tan rápido, y confieso que ADORÉ esta idea XD

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El día de Leonardo no pudo empezar de peor manera. Unas horas antes estaba discutiendo como de costumbre con su padre sobre sus responsabilidades dentro de la organización y ahora se encontraba en la parte trasera de una furgoneta, atado de pies y manos y con un saco negro sobre la cabeza. Estaba tan furioso por la pelea que no se dio cuenta de que unos oscuros mutantes le estaban persiguiendo por los tejados de Nueva York, qué estúpido.

De repente, el vehículo interrumpió su marcha y la tortuga se vio lanzada contra una de las paredes una vez más. La puerta trasera se abrió con un sonoro chirrido y dos enormes brazos peludos lo agarraron por los hombros para arrastrarlo al exterior. Lo condujeron a un edificio sólo aparentemente abandonado y subieron al último piso, donde había un enorme estudio sumergido en la penumbra. Cuando llegaron al centro de la sala, volvieron a tirarle al suelo y finalmente le quitaron el saco, permitiéndole ver a sus secuestradores: un gigantesco perro con un brazo de tamaño decididamente desproporcionado y un pez rojo equipado con dos patas robóticas.

"Bienvenido, espero que hayas disfrutado del viaje"

La silla tras el elegante escritorio empezó a girar, mostrándole al mutante que probablemente estaba al mando: una tortuga de ojos verde esmeralda, armada con un par de sai y con una grieta en el borde superior del caparazòn. Nunca lo había conocido personalmente, pero su aspecto no dejaba lugar a dudas. Sabía quién era y, fuera lo que fuera lo que quería de él, no auguraba nada bueno. El gángster se inclinó hacia delante y apoyó ambos codos en el escritorio, para luego cruzar los dedos delante de la cara: "Es un placer conocerte por fin. Lamento los métodos poco amables de mis hombres, pero creí que este método iba a ser mucho más eficaz que una invitación por escrito"

El prisionero dobló las piernas para apoyar las rodillas en el suelo y intentar sentarse como pudo: "¿Qué quiere un capo de la mafia de un mutante insignificante como yo?"

Rafael le dedicó una sonrisa siniestra y volvió a apoyar su caparazón en el respaldo de la silla: "Oh, la familia de la que vienes no es para nada insignificante. Me temo que tu querido papi haya intentado expandir su comercio en mi zona y no me gusta que alguien se entrometa en mis asuntos sin mi permiso"

"Entonces, ¿por qué no hablas directamente con él al respecto? Yo no tengo nada que ver con esto"

"Desgraciadamente, no es así de simple tortuguita. Sabes mejor que yo que Don Vizioso no es muy propenso a hacer tratos con la competencia, pero estoy seguro de que se volverá mucho más razonable cuando sepa que tengo a su hijo predilecto como invitado"

Al oír aquel título, la tortuga de la bandana azul soltó una carcajada a pleno pulmón: "Lo siento por ti, pero por mí no soltará ni un centavo"

El gángster entrecerró los ojos, irritado por semejante bravuconada: "¿De qué demonios estás hablando?"

"De que tus supuestos hombres se llevaron al hijo equivocado. El heredero de la familia es mi hermano. No tengo intención de seguir las tradiciones y convertirme en parte de su oficio, pero a Don Vizioso no le gustó mucho esa idea y por eso me echó de casa"

"Espera" Los ojos de Rafael se abrieron de repente mientras sus pupilas se adelgazaban hasta unos milímetros de diámetro: "Así que, ¿tú eres Leonardo?"

"Veo que por fin lo has entendido"

El líder se levantó de un salto y golpeó violentamente con el puño la sólida madera: "¡Raza de incompetentes! ¡¿Qué tenéis en lugar de cerebro?! ¡Os dije que necesitábamos al primogénito!"

Raphanardo One-shots (ES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora