5. El despertar de sentimientos prohibidos

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Capítulo 5
La hija del lobo
5. El despertar de sentimientos prohibidos

...

El camino era muy largo y entre Mew y Gulf había un silencio muy grande porque ninguno de los dos sabía cómo sacar un tema de conversación ya que su encuentro no fue del todo agradable. El ambiente estaba tenso y se podía ver como el amanecer estaba apunto de comenzar, era más que tarde y a lo lejos se pudo ver una casa tipo mansión desde la distancia.

— ¿Esa es tu casa?

— Si.

— Es muy grande.

Mew miró de reojo a Gulf con una sonrisa en su rostro al escuchar lo que dijo de su casa, se acomodó el cabello y siguió caminado sin nada mas que decir porque aunque el lobo lo fue a buscar eso no quiere decir que tengan que hablar de manera fluidas ya que no había una confianza entre ellos.

Lo que si es que el hombre lobo era demasiado guapo y verlo mientras caminaba podía hacer que los ojos de Gulf brillen ¿Por que? No sabía, solo sabía que era guapo y nada más, tampoco podía pensar en algo más conociéndolo hace horas, eso sería ser muy estúpido de su parte.

...

Luego de unos minutos caminado Mew y Gulf llegaron hasta la casa, era más grande de lo que se veía a la distancia pero algo que se le hacía extraño a Mew era que los gritos de su hija no se escuchaban hasta afuera como se escuchaban cuando se fue hace unas horas.

— Creo que la bebé se durmió.

— Si, es que no escuchó ruido.

Lejos de esto ambos entraron a la casa escuchando el silencio de la misma, subieron las escaleras yendo hasta la habitación de Mew en donde escucharon un silencio.

Mew agarró la cerradura de la puerta y la giró entrando a la habitación viendo una escena algo extrañas.

La madre de Mew moviendo a la pequeña lobo la cual estaba en la cama sin responder a los movimientos que hacía su madre ¿Que pasaba? Ni siquiera la bebé lobo estaba gritando y con razón la casa tenía ese silencio que se sentía tan extraño.

...

La señora Zira agarró una almohada entre sus manos, sonrió al ver a la pequeña bebé así que pensó que acabar con ella iba a ser muy fácil y rápido, se acercó a la misma escuchando más fuerte el llanto de esta, le puso la almohada en la cabeza queriendo asfixiarla, escuchó como el grito de la bebé se quedaba en el silencio tras ponerle la almohada en la cabeza la misma almohada que cubría casi el cuerpo completo de la pequeña bebé recién nacida.

La cara de la señora Zira era de gozo y muy emotiva por lo que estaba haciendo aunque cuando llevaba algunos segundos escuchó la puerta ser abierta, quitó la almohada de la niña rápido y comenzó a moverla de manera insistente para que nadie se diera cuenta de lo que realmente estaba haciendo.

— Niña despierta.

En eso escuchó la voz de su hijo y como siempre puso una expresión nerviosa por como estaba la niña, aunque estaba muy feliz porque esta tenía los ojos cerrados.

— ¿Que pasó madre?

— No lo sé, vine porque no gritaba y ahora no respira.

— ¡¿QUE?!

Mew corrió hasta la cama mientras pone uno de sus dedos debajo de la pequeña nariz de la niña notando que estaba respirando pero muy lento, tenía el pulso demasiado débil, un poco más y la niña iba a estar muerta.

La hija del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora