11. El chico demuestra su valía

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Capítulo 11
La hija del lobo
11. El chico demuestra su valía

...

Después de algunas horas que Mew se había desmayado, comenzó a abrir los ojos de manera lenta sin entender lo que había pasado, se llevó una de sus manos al cuello sintiendo un severo dolor en el mismo, así mismo como sentía su cuerpo un poco pesado y su boca reseca, sin embargo, los gritos de su bebé lo hicieron levantarse del suelo de manera lenta.

— Umm...

Se quejó mientras se miró el cuello en el espejo viendo la marca que tenía y como algunos recuerdos de lo que había pasos antes de desmayarse, se le reflejaron en la mente.

— ¡La serpiente!

Corrió de manera rápida a donde estaba Luna y la agarró en brazos, miró de lado a lado de la habitación y por más que observó no noto nada extraño en ese momento, estaba buscando la serpiente y tampoco la encontraba.

— ¿Donde está Gulf?

Se le hizo extraño que Gulf no estaba en la habitación ya que no salía de la misma y ahora ya no estaba, miró en la mesita de noche viendo una hoja de papel demasiado arrugada como si alguien la había puesto ahí con demasiada desesperación y temor.

Se sentó en la orilla de la cama mientras movía a Luna en sus brazos tranquilizando el llanto de esta, agarra el pedazo de papel, él mismo que contenía unas letras algo entrañas como si alguien estuviera muy apurado escribiéndola.

Comenzó a leerla y a interpretar cada una de las palabras que contenía, aunque se le hacía difícil pero aún así la leyó.

"Creo que me van a matar Mew, cuando despiertes vete con Luna muy lejos, tu madre los va a matar a ambos así mismo como mato a casi toda tu familia, creo que el hombre que contrató es una enemigo de ella para que me matara y si no logro escapar puede que a estas horas esté muerto. Cuida mucho a Luna"

Con amor: Gulf

— ¡GULF!

Al leer la carta, un escalofrío invadió el cuerpo de Mew haciendo que se tensara por las plantas de desesperación que leyó en la carta que Gulf le había dejado, si, ahora podía comprender que su madre estaba loca y que era un monstruo, tal y como le decía Gulf solo que se cerraba a la idea de que realmente lo era.

Mew se levantó de la cama, pensó que ir y enfrentar a su madre no era algo muy inteligente de su parte, por eso tenía que escapar lo antes posible con Luna y ir inmediatamente a buscar a Gulf ya que lo necesitaba con urgencia.

Mew caminó hacia el balcón, estaba ya algo oscuro pues la noche había llegado, da un salto cayendo en el suelo mientras de manera rápida y sin que nadie se diera cuenta corrió hacia adentro del bosque, Luna tenía un poco el aroma de Gulf y por eso se le iba a hacer más fácil encontrarlo ya que solo lo tenía que olfatear.

— Aguanta Gulf, te encontraré.

Mew estaba corriendo muy rápido sintiendo el aroma del humano invadir sus fosas nasales por todo el bosque, por eso se le iba a hacer más fácil encontrarlo ya que por el aroma llegaría a donde sea que está. Mew estaba convencido de que si se habían llevado a Gulf a otro país, ahí iba a ir porque no lo dejaría solo y no lo iba a dejar morir.

...

La señora Zira estaba muy tranquila que quedó en el sillón dormida, después de algunas horas se levantó, bostezo y sonrió.

— Hace tanto que no despertaba tan feliz como hoy.

Zira se levantó del sillón y miró por la ventana de la sala dejando salir un suspiro mientras miraba todo sumamente oscuro, había anochecido y ella aún estaba durmiendo.

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