13. La primera vez

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Capítulo 13
La hija del lobo
13. La primera vez

Gulf fue a ver a Luna y al verla, si estaba tranquila, durmiendo muy a gusto, entonces se quedó a su lado sentado en una pequeña silla que había ahí, aunque en un momento no se sentía tan a gusto en esa cabaña pues sentía una mala energía, después mientras los minutos pasaron podía sentir como la tranquilidad llegaba.

Estaba aún muy asustado por lo que había pasado con el hombre de la otra cabaña, al ver a Luna, su corazón se llenó de alegría y le pasó un dedo por la pequeña y suave mejilla de esta mientras tarareaba una melodía de relajación para la pequeña.

Al estar por mucho tiempo con Luna, se dio cuenta que estaba muy emocionado de cuidarla y a estas alturas ya se sentía como un padre para ella, porque la quería como si fuera su propia hija y ese cariño que le tenia lo motivaban a que cada día la protegiera más y más y que nunca dejara que le pasara nada malo.

...

Después de unos minutos estando con Luna, Gulf fue hasta la habitación a ver que había pasado con el hombre lobo ya que no lo quería dejar solo por lo débil que estaba, y aunque sea un hombre lobo y tenga mucha fuerza pues el miedo de que le pasara algo estaba intacto en él.

— Mew.

Gulf se sentó en la cama mientras dejó salir un suspiro acariciando las sábanas de esta sintiendo lo suave que eran estas sábanas, le gustaba mucho pues se podía descansar de maravilla en esta cama.

— ¿Me buscabas?

Al escuchar esta voz, Gulf puso su mirada en Mew, el mismo que solo tenía la toalla al rededor de su cintura, al verlo un rubor se formó en sus mejilla y quitó su mirada del cuerpo de Mew, ya que su cuerpo estaba reaccionando extraño al verlo con tan poca ropa.

— Solo quería saber si estabas bien, pero ya que lo comprobé, entonces voy a ver a Luna.

Gulf se iba a levantar de la cama pero Mew fue más rápido y puso una de sus manos en el hombro de este impidiéndole que se levantara, lo miró y sonrió agarrando con dos de sus dedos el mentón de este, lo sube un poco para arriba haciendo que lo vea, y luego con su mano libre se quita la toalla quedando completamente desnudo ante el chico.

Al Gulf ver todo el cuerpo de Mew desnudo y ver que su miembro estaba colgando rozándole en sus piernas, se tensó, su cuerpo se calentó y las mejillas se les pusieron completamente rojas por la imagen que tenía ante sus ojos del cuerpo de Mew, podía sentir como sus piernas se querían abrir para tenerlo en medio de estas y que lo hiciera suyo, pero no podía ser así de fácil ante el hombre lobo.

— ¿Mew que haces?

— ¿No te gusta? __ Dice con voz ronca mientras se inclina un poco hacia delante.

— No... Bueno si... ¡Digo no!

Mew dejó salir una carcajada mientras miraba al chico el cual estaba lo suficientemente nervioso como para poder notarlo.

— Tu cuerpo no dice lo mismo.

Mew puso una de sus manos en la entrepierna de Gulf mientras sintió el bulto que tenía en medio de sus piernas, sonrió haciéndolo caer en la cama para ponerse él encima de este poniendo sus rodillas en la cama mientras bajaba a los labios de su contrario.

Gulf estaba tensado, no sabía cómo reaccionar en ese momento, pero lo que si sabía era que quería todo con el hombre lobo, quería sentir sus labios y sus manos tocarlo aunque tenía que mantener una distancia.

Mew froto su nariz con la de su contrario y luego de manera lenta junto los labios de su contrario con los suyos, comenzando con un beso lento, pero a medida que el ambiente se ponía caliente, aumentó el ritmo del beso metiendo su lengua en la boca de su contrario sintiendo como Gulf correspondía a su beso tan bien y como ambas lenguas estaban jugando en sus bocas.

La hija del loboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora