14. El chico enfrenta su mayor prueba

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Capítulo 14
La hija del lobo
14. El chico enfrenta su mayor prueba

...

Todo estaba muy calmado, y eso era algo que a la señora Zira no le gustaba puesto a que pensaba que su hijo y el chico que debería estar muerto según ella, ahora estaban felices y eso no podía ser de esa forma, Zira comenzó a caminar de lado a lado en su habitación pensando en que podía hacer con su hijo, aunque pensaba en dejarlo como estaba, pero su cabeza decía que no, que Mew tenía que estar alejado de ese chico porque si ya lo alejo de Nara que era una loba, entonces este humano sería pan comido.

En un momento Zira pensó en un plan para traer a su hijo con ella aunque las cosas no salieron como quería y tuvo que desistir a esa idea, aunque era más que obvio que tenía que hacer algo para que Mew y ese chico no volvieran a estar juntos jamás en la vida.

Estaba pensando en matarlo, guardarlo como a su padre y listo, si tanto el chico quería proteger a la mocosa y a Mew, entonces iba a buscarlo y era ahí donde llegaría ella, no estando Mew para protegerlo sería perfecto.

— Ya pronto tu hijo estará contigo, al final los dos eran la misma clase de mierda, sin cerebro y sin pensar en el futuro sólo viviendo de amor y amor... Pufff...

La señora Zira era diferente tanto a su esposo como a su hijo pues era más que obvio que ella era más de venganza, de rencor y que si alguien le hacía algo ella no los perdonaría jamás al igual que si alguien no le agradaba era una muerte segura pues la quitaría del camino a como de lugar.

El padre de Mew y ella no se llevaban como marido y mujer ni como los reyes de la manada, sin embargo, ella quería todo el poder solo para ella, al terminar con la vida de su esposo pensó que la manada le quedaría solo a ella aunque falló en sus cálculos y la heredó el primogénito, Mew... Aunque era como si la hubiera heredado ella pues Mew hacía lo que ella le decía y nada más, por eso, Mew era muy fácil de manipular y eso le encantaba.

...

Después de algunas horas que Gulf se durmió en los brazos de Mew, este despierta de manera lenta por la claridad del sol que le daba en su cara, la misma claridad que entraba por la ventana.

Al despertar no estaba en los brazos de Mew, si no más bien que estaba solo en la cama y no sabía en donde estaba Mew, aunque pensó que tal vez estaba con Luna y que solo no lo quiso despertar, después de todo, Mew si era un caballero y prometió que nunca lo dejaría, así que por ese lado estaba feliz de poder entregarse a él.

Se estiró estando en la cama mientras dejó salir un suspiro y luego una sonrisa tímida se formó en su rostro y un rubor invadió sus mejillas al tener pensamientos de lo que había pasado anoche.

Gulf se sentó en la cama y se froto los brazos viendo que en el suelo solo estaba la ropa de él, algo más por lo que creyó que Mew estaba abajo con Luna.

Gulf sonrió, se puso su ropa y salió de la habitación, llegando hasta la sala en donde había dejado a Luna dormida anoche. Para su sorpresa, en la sala no había nadie, Mew no estaba por ninguna parte y la cuna en donde estaba Luna, estaba vacía.

En ese momento pensó lo peor, creyó que tal vez Zira se los había llevado, y si eso pasó entonces ambos estarían en peligro, su corazón estaba palpitando muy fuerte y sentía un mal presentimiento, parecía una pesadilla ya que pensó que podían estar los tres solos y felices, pero se equivocó.

— ¡Mew!

Gulf desesperado, gritó el nombre de Mew y buscó por todos los rincones de la pequeña cabaña que por ser pequeña se le fue muy fácil el movilizarse dentro de esta de manera rápida. Se dio cuenta que estaba solo en casa, no sabía que hacer, estaba tan desesperado que estaba decidido a salir de la cabaña, caminó de manera rápida hasta que vio un sobre encima de una mesa que había en el lugar.

— ¿Que es esto?

Puso cara confusa al ver el sobre que estaba sobre la mesa, en realidad no había visto eso ahí o tal vez anoche no se había percatado de eso, pero ahora le llamaba mucho a la atención y tenía que ver lo que era.

Gulf caminó y agarró el sorbe entre sus manos, lo abrió y sacó de ahí lo que parecía ser una carta, una carta un tanto extensa a decir verdad, sus manos comenzaron a temblar pues no se podía imaginar lo que había en esta carta, tampoco sabía quién la había escrito pero lo que sea que decía aquella carta, tenía el presentimiento de que no era nada bueno.

...

"Bueno, estoy escribiendo esta carta para decirte lo mucho que disfrute de tu cuerpo, aveces los humanos tienden a ser muy estúpidos, en realidad no te quise ni nunca te voy a querer, Gulf, solo quería que sepas que solo te utilice para mi propio beneficio, solo quería que me ayudaras a ganarme el cariño de Luna, y cuando lo conseguí era más que obvio que me iba a ir de tu lado, respecto a lo que hicimos a noche fue un tanto para quitarme la calentura pero te mentí cuando te dije que nunca te iba a dejar, en realidad todo este tiempo estuve asociado con mi madre, tal vez no te diste cuenta por lo estúpido que eres, pero cada vez que íbamos y nos escondíamos en una parte, alguien nos encontraba porque necesitaba darle las coordenadas a mi madre para que sepa donde estábamos o dónde estabas tú. Lo siento si te enamoraste de mi, pero entiende, un lobo como yo nunca estaría con alguien tan insignificante como tú, eso es más que obvio".

[Para el insignificante, de parte del hombre lobo que jamás estaría con él.]

...

Al leer esta carta, los ojos de Gulf estaba completamente llenos de lágrimas, las mismas que se deslizaron por sus mejillas, sentía desesperación, su respiración estaba incrementada y solo quería arrancarse el corazón del pecho, nunca pensó que el hombre lobo le iba a hacer esto.

Se entregó por completo a Mew con la certeza de que este lo amaba, aunque para el hombre lobo era mentira todo lo que vivieron , Gulf si se enamoró de este y pensó que tanto Mew como él y Luna, podían formar una familia y ser felices por siempre.

Al final entendió que las personas mentían y que solo te querían para su propio beneficio. Gulf agarró en puños la carta y con su otra mano agarró su playera apretándola justo en el pecho mientras las lágrimas salían de sus ojos y se deslizaban por sus mejillas teniendo consigo la decepción de entregarse a alguien que nunca lo amo y que solo le mintió.

Gulf pensaba que todo esto era una pesadilla, una pesadilla de la que quería despertar, Luna ya no estaba con él y tanto al hombre lobo como a ella, le había agarrado demasiado cariño.

Gulf salió de la cabaña corriendo al bosque, se lanzó de rodillas mientras dejó salir un grito de dolor, llamó con todas sus fuerzas a Mew siendo capaz de que esta voz tan fuerte hicieran que los pajaritos de los árboles tomaran vuelo y se fueran lejos de sus casas.

— ¡¡¡MEWWWWWWWWW!!!

Gulf dejó la carta a su lado y agarró con sus manos el suelo, clavando sus uñas en este mientras agarraba tierra tal vez así podía deshacer su enojo y tristeza juntos, cada vez que cerraba los ojos recordaba los momentos que había pasado con Mew, y la noche en la que se había entregado por completo a él, Gulf ya tenía pensamientos muy lindos juntos a Luna y a Mew pero todos esos pensamientos ahora se habían convertido en algo sumamente doloroso para él.

...

Gulf creía que todo esto era una pesadilla, pero las palabras en la carta se veían tan reales.

No se sabe que pasará ya que la señora Zira es un mar de secretos y una mujer muy habilidosa.

...

[La hija del lobo]

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