Capitulo 1

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Stiles

No sé cuánto tiempo he estado despierto o mejor dicho ya no recuerdo la última vez que dormí como se debe, se que mi padre se ha dado cuenta, todo empezó por culpa de ese maldito espíritu, el nogitsune, me uso para causar tanto daño a tantas personas, la manada se alejó de mi y desde que me liberaron del nogitsune ellos me dejaron aunque no los culpo, creo que todo estaria mejor si muriera.

-Hijo, ven a desayunar o se te hará tarde.- grito papá desde la planta baja.

Me levanté de la cama y me dirigí al baño, me dí una ducha me vestí y al cabo de un rato bajé a desayunar junto a papá,  al bajar me lo encontré en la cocina terminando de servir el desayuno.

-Hola papá ¿Cómo amaneciste?.- pregunté fingiendo la mejor sonrisa que pude.

El desayuno transcurrió en completo silencio pero podía notar la ansiedad y la preocupación por parte de papá, iba a preguntarle que le sucedía pero el se adelantó y hablo antes que yo.

-Hijo, se todo lo que te está pasando, se que no duermes y que cuando lo haces tienes pesadillas, se que tus amigos te han dejado solo.- me quedé en silencio con la cabeza agachada, no podía ni mirar a mi padre sin olvidar todo lo que sucedió, todas esas personas que murieron por mi culpa.

-Papá yo...- el solo hizo una señal para que no dijera nada.

-No he terminado de hablar, hijo he visto todo lo que ha pasado y no quiero que nada malo te vuelva a suceder por esa razón quiero proponerte algo hijo, quiero que estés sano y salvo ¿Te gustaría irte a vivir a otro lugar? Entrarías a una nueva escuela, conocerás a nuevas personas, empezarás una nueva vida y no tendrás que preocuparte por problemas de hombres lobos o cosas por el estilo.- observé a papá sorprendido por varios minutos pero pienso en su propuesta y no creo que sea tan mala idea, tal vez lo mejor si sea que me vaya del pueblo.

-Me gustaría mucho irme papá, quiero tener una vida más normal lejos de todo esto pero no puedo dejar la escuela, no sé que hacer papá.- mi padre me.tomo de la mano mientras limpiaba mis lágrimas.

-Tú tranquilo, yo me puedo encargar de la escuela, tramitare tú traslado, incluso puedo ir hoy mismo a empezar el papeleo.- yo asentí de forma rápida pero aún tenía muchas dudas.

-¿Dónde iría? ¿Está lejos de aquí? ¿Cuando me iría?.- mi padre solo me hizo callar.

-Es un pueblo en Washington, Forks, está a más o menos siete horas de viaje, claro, son dos horas y media en avión hasta Seattle y luego un viaje por carretera de cuatro horas más o menos.- respondió papá.

-Aún no me dices dónde iría o con quién viviría.- el sonrío y dió un sorbo a su café antes de hablar.

-Tengo un viejo amigo, su nombre es Charlie y en el sheriff de aquel pueblo,no te quedarás con el porque su casa no es muy grande por eso le pediré que te busque un lugar comodo para tí, además, le pediré que este al pendiente de tí en todo y que si pasa cualquier cosa me llame de inmediato, lo llamaré desde la oficina y luego de hablar con el iré a la escuela a empezar a tramitar tú traslado.- solo asentí y termine de mi desayuno.

Papa y yo terminamos nuestra conversación y salimos de casa, el con dirección a su trabajo y yo rumbo a la escuela, tal vez está sea la última semana que vaya. Cuando llegue al estacionamiento, aparque mi Jeep, baje con mi mochila en el hombro y me encamine hasta la entrada, toda la manada estaba ahí pero decidí solo pasar sin mirarlos, lo mejor es que todos ellos empiecen a quedar en el pasado desde ahora.

Durante el transcurso del primer periodo de clases todo paso de manera tranquila y calmada aunque podía sentir las miradas de los chicos sobre mi, al menos con lo que compartía clases, decidí ignorarlos para no tener ningún acercamiento con ellos. Cuando llegó la hora del almuerzo tome todas mis cosas y fui en busca de algo de comer para después irme al campo de lacrosse, me senté en la gradas mientras terminaba mi almuerzo.

-¿Ahora nos ignoras?.- escuché preguntar a Lydia, me gire y me miraba con una expresión sería y con una mano en su cintura.

-Tal y como lo han hecho todos ustedes ¿Que quieres Lydia? No quiero más problemas de los que ya tengo, la última vez que me trate de acercar obtuve esto.- me levanté un poco la camisa mostrándole la herida que me hizo Malia.

-¿Cómo quieres que actuen los demás? Asesinaste de forma cruel a varias personas, incluyendo a Allison y Aiden, tus amigos.- solo solté un risa la cual estaba llena de tristeza y decepción.

-Tu y los demás saben que no fui yo, no tenía el control de mi cuerpo pero no importa cuantas veces se los diga, para ustedes siempre seré el asesino.- en ningún momento voltee a verla.

-Stiles yo...- no deje que siguiera hablando.

-¿Sabes que? No me interesa lo que tengas que decir, si es algo de tu parte o de algún miembro de tu estupida manada pues no podría interesarme menos así que lárgate de mi vista.- solo escuché como dió un gran suspiro y luego sus pasos como se iba alejando.

Decidí que ya no quería seguir en ese lugar así que preferí irme a casa, cuando llegue me encontré con papá, me sorprendió un poco ya que hoy no llegaba hasta la noche.

-Papá, no pensé que ya estarías en casa.- el solo sonrió mientras dejaba su teléfono sobre la mesa.

-Ven hijo, ya hablé con Charlie y me dijo que encantada nos ayudará, también fui a la escuela y gestioné tú traslado y Charlie te inscribirá en la escuela en Forks mañana, tengo qué comprar tu boleto de avión hasta Seattle y ya en el aeropuerto Charlie te recogerá.- yo asentí y abracé a papá.

-Gracias papá, te voy a extrañar y no te miento que me harás mucha falta pero gracias, necesito este cambio, necesito empezar de cero.- el asintió y acaricio mi mejilla.

-Lo se hijo, también me harás mucha falta, sin tí aquí no será nada igual y creeme que me encantaría irme contigo pero tengo que trabajar, no puedo irme así sin más, además, se que no te olvidarás de mí así como yo nunca lo haré de tí, ahora, ve a tu cuarto y empieza a empacar, mientras yo compare tú boleto de avión.- obedecí y fuí a preparar mis cosas.

Al final termine llenando dos maletas grandes con toda mi ropa y algunas otras pertenencias y en mi mochila guarde mi computadora y algunos libros que me podrían servir.

-Papá, que cenaremos?.- pregunté a lo que él señaló en dirección a la mesa de comedor.

-Me adelante, pedí pizza y llegó hace unos minutos, ya conseguí tú pasaje, saldrás desde el aeropuerto de los Ángeles a las nueve y treinta de la mañana, yo te llevaré hasta el aeropuerto, mejor vayamos a cenar antes de que la pizza se enfríe.

Papá y yo cenamos juntos y mientras lo hacíamos teníamos y hacíamos memoria de muchos recuerdos, como cuando cantaba con mamá, cuando el me llevaba de niño a la comisaría, cuando ya solo nos quedamos el y yo, quiero esto, quiero empezar una nueva vida de cero pero tengo miedo de dejar a papá y que algo male le pase, algo que en lo cual pueda perderlo, no soportaría algo como eso.















Entre Colmillos y Garras: Amor en la OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora