Se avergonzaba profundamente de vivir con su madre, que no terminaba de quererla, también de parecer una adolescente de nuevo, viéndose sujeta a prohibiciones ridículas.
En cuanto quiso retomar los streams las peleas se desataron cual huracán.
-¡Nenas! ¿¡Nos extrañaron!? -Grito al micrófono. Había comenzado su en vivo, pero sin mostrarse en cámara. Era su ritual; emocionaba a su público para luego aparecer bailando y gritando. -¡Demuestrenos que nos extrañaron!
Los mensajes de los espectadores subían como una ráfaga, imposibles de leer de a uno.
-¡Yo no veo que nos hayan extrañado! -Intervino Alex.
Era martes y, por ende, se veía acompañada de sus amigos en un stream virtual.
Retomar los en vivos no fue una decisión complicada. En cuanto estuvo instalada les pregunto a sus amigos si estaban preparados para el martes, todos respondieron como era costumbre, como no hubiese pasado nada.
Para Rai era así, ella no sabía nada sobre la vida de Alondra desde hacía tiempo y la mayor estaba temerosa, no sabía cuanto tiempo aguantaría su chica siendo ignorada. Pronto explotaría.
Sentía que se estaba alejando de Rai.
De repente, ya no habían mensajes diarios, no habían mensajes deseandose los buenos días ni las buenas noches.
Había conseguido refugio en la casa de su madre cuando todos le dieron la espalda, pero viéndose atada a la odiosa condición de no traer a la pelirroja a casa.
Rai constantemente la llenaba de preguntas, donde se estaba quedando, si vivía sola, si estaba bien y cosas por el estilo. Por ello, la única solución que la morena encontró fue desviar el tema, y cuando eso no funciono, comenzó a dejar de responder tan efusivamente como lo hacía normalmente.
Por un tiempo funcionó, pero pronto la de rizos se canso de insistir y enviar mensajes a todas horas, sin una respuesta concreta y, en consecuencia, ahora su amistad solo era la sombra de lo que solía ser.
El stream fue como cualquier otro, entre gritos y risas se mostraron como siempre, pero los seguidores más detallistas, esos que señalaban cada maña y detallaban su ropa; conociendo sus prendas favoritas, las pulseras que solían adornar sus muñecas, sus comidas favoritas, aquellos que recordaban lo que Alondra y Rai solían decir. Solo esas personas notaron que, efectivamente, todo era muy tranquilo.
Eso era algo raro.
Ya no habían escenas de celos de Rai, tampoco insinuaciones de Alondra o chistes de doble sentido de una para la otra. Realmente parecían amigas normales que se respetaban, y eso no las caracterizaba para nada.
Alondra leía el chat de vez en cuando, ya cansada de los coqueteos y comentarios lascivos hacía ella solo para provocar celos en Rai y que esa hiciera una escena. Sabía que Rai no lo iba a hacer, no cuando parecían simples amigas.
Simples amigas; de esas que se abrazan y no buscan el cuello de la otra para dejar besos que queman la piel, de esas que no duermen abrazadas y con sus piernas enredadas, de esas que no se dan besos en los labios hambrientos que tanto admiran con anhelo. De esas amigas que no se aman como lo hacen ellas, de esas amigas que, cuando no pueden dormir, imaginan como sería una vida de casadas enamoradas.
Si, simples y jodidas amigas. Y lo odiaba con todo su ser.
Sin pena ni gloria, pero con un sabor amargo en la boca que poco a poco infectó a Alex y sus seguidores, terminaron el stream.
El en vivo había terminado, pero ellos seguían en llamada. Estaban en silencio, meditando mientras veían la pantalla de sus celulares y organizando el próximo stream.
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Planta | Railo
FanfictionDesde niña, Alondra escuchaba las experiencias románticas de sus primos y amigos, como se expresaban de las personas que les gustaban, sus primeros besos y uno que otro tímido roce. Pero ella no, nunca experimento algo parecido, nunca sintió algo ro...