Cap 4. SIN RASTRO

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Habían pasado 8 meses desde aquella noche y Sam ya había logrado no solo ponerse al corriente en sus estudios, si no que había avanzado más de lo que su nivel le exigía. Hacia todo lo que la abuela le pedía y tenía unos modales dignos de alguien de la realeza. La abuela estaba más que complacida, así que Sam aprovecho ésa oportunidad  para poder solicitarle permiso de ir a visitar a su amiga.

Abuela: Querida, estoy sorprendida de cómo has avanzado en tu aprendizaje, ya arreglamos todo para que la siguiente semana te incorpores a clases en el mejor colegio de la ciudad.

Sam: Me alegra escucharlo, ¿Le puedo pedir algo?

Abuela: Dime querida, lo que quieras.

Sam: ¿Me puede dar la oportunidad de visitar a mi amiga con quien vivía aunque sea por unos minutos?

La abuela la miro fríamente y guardo silencio un momento.

Abuela: No me gusta que me pidas este tipo de cosas, esa gente no es con quienes debes involucrarte, sin embargo puedo permitir por esta ocasión que vayas por un par de horas ya que me has complacido y estoy segura de que lo seguirás haciendo, Phil…

Phil: Dígame Señora.

Abuela: Lleva a mi nieta donde quiere ir y asegúrate de regresar a tiempo para la hora del té ya que tendremos visitas.

Phil: Así lo hace Señora. Señorita vamos a la camioneta por favor.

Antes de partir Sam se colocó frente a su abuela e hizo una pequeña reverencia en forma de agradecimiento, luego se retiró. Ya en la camioneta iba muy entusiasmada ya que vería de nuevo a su amiga Mon.

Sam: Phil podemos llevar unas rosas y unos dulces por favor.

Phil: Claro señorita, en la siguiente tienda me detendré para comprarlos.

Sam: A Mon le encantan los dulces y las rosas…bueno quisiera visitar las tumbas de mis padres para dejárselas, desde que fallecieron no he podido visitarlos hasta ahora.
Phil sonrió y al ver la primera tienda se detuvo para realizar las compras. Compro el arreglo de rosas más grande que tenían y varias golosinas, luego se dirigió sin parar al pueblo donde vivía Sam. Al llegar inmediatamente notaron que el campo estaba seco, no había cultivos de lavanda y eso desconcertó a Sam.

Sam: Esto no puede ser cierto, el campo nunca se ha secado así, Mon y sus padres se encargaban de él…
Eso solo significo algo en la mente de Sam y de inmediato cambio su expresión que tenia de emoción. Al llegar a la casa la vio diferente, diferente color, diferentes adornos, su ánimo bajo mucho y ya no estaba segura de querer llamar a la puerta, pero aun así lo hizo. Como era de esperarse alguien desconocido salió.

-Buenas tardes, diga…

Sam: Disculpe, ¿Usted vive aquí?

-Si claro

Sam: ¿Sabe dónde están las personas que vivían antes aquí? Era una niña y su madre.

-Desde que compre la casa no les he vuelto a ver.

Sam: Le agradezco mucho, lamento molestar, que tenga buena tarde.
Sam regreso a la camioneta cabizbaja, se sentía perdida y triste.

Phil: Voy a preguntar con los vecinos para ver si ellos saben algo.

Así lo hizo, pero nadie le supo dar información, pues Mon y su madre no le dijeron a nadie hacia donde se dirigían.

Sam: Olvídalo Phil, se han ido y no volveré a verlas.

Dijo mientras comenzaban a brotar lágrimas de sus ojos.

Sam: Mejor vamos a visitar las tumbas de mis padres por favor.
Llegaron al cementerio del pueblo y podían ver que resaltaban 3 tumbas, al acercarse descubrieron que eran de los padres de Sam y el padre de Mon.

Phil: Parece que se les ha dado un entierro decente a sus padres señorita.

Sam: Mira Phil, las 3 tienen flores frescas, eso quiere decir que Mon y su madre han estado aquí recientemente. Tal vez un día nos encontremos aquí.

Phil: Puede tener razón en ello señorita.

Sam: Ya sé, dejare una nota junto con las flores, así Mon podrá comunicarse conmigo.

Así la cara de Sam se ilumino por tener un poco de esperanza nuevamente, hizo la nota y la acomodo entre el arreglo de rosas. Luego de un rato se subió nuevamente a la camioneta.

Sam: Phil puedes detenerte de regreso un momento en el campo por favor.

Phil: Claro señorita, pero solo un momento ya que tenemos que regresar a tiempo a la mansión por las visitas que tendrán.

Sam: ¿Sabes de quien se trata?

Phil: La verdad es que no creo que le agrade. Es una familia poderosa también como la suya, tienen un hijo de su edad y creo que quieren arreglar un matrimonio para cuando ustedes sean mayores.
Sam se sorprendió y quedo algo pensativa…luego de unos segundos solo se limitó a responder:

Sam: Bueno, aún falta tiempo para que sea adulta, ya veremos qué pasa entonces.

Phil se sorprendió por la respuesta y la calma que conservaba la niña, sin decir más se dirigió al campo donde realizo la última parada.

Phil: ¿Para que quiere estar en este sitio?

Sam: La lavanda se ha secado, así que debe haber semillas que pueda recolectar, solo quiero unas cuantas. Eran las favoritas de Mon y quisiera tener algo conmigo para poder sentirla cerca.

Sam bajo y comenzó a recolectar algunas semillas, al cabo de unos minutos ya tenía suficientes, subió de nuevo a la camioneta y partieron de regreso hacia la mansión. Al llegar Sam le pidió un favor a Phil.

Sam: Puedes encargarte de favor de preparar un sitio en el jardín para poder plantar las semillas de lavanda.

Phil: Claro señorita, ¿Algún sitio en específico?

Sam: Que sea debajo del árbol más frondoso que haya, que no esté tan cerca de la mansión de preferencia, cuando termine esta reunión absurda iré a plantarlas yo misma, Mon me enseño y no debe ser tan difícil.

Sam parecía adaptarse muy rápido a las exigencias de la abuela, sabía que cuanto más la complaciera más le exigiría, pero también sabía que al complacerla le daría un poco de libertad lo cual para ella significaba tranquilidad en su interior, debía ser fuerte como su madre lo fue. Permanecía en su mente la esperanza de encontrar de nuevo a Mon y eso era lo que le daba de momento color y luz a su vida. Pasaron un par de meses cuando se dieron los primeros brotes de la lavanda que cultivó, ese espacio se había convertido en su lugar seguro, su rincón favorito, trataba de estar ahí siempre que tenía tiempo libre.

JUGADAS DE LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora