Capítulo 20

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Orlo me guió hasta el inicio del camino de fuego. Las llamas bailaban con una intensidad feroz, creando un calor abrasador. La primera etapa consistía en caminar a través de un sendero estrecho rodeado de fuego, sin permitir que el miedo o el dolor me distrajeran.

—Tienes que concentrarte, Nyx. Siente el fuego, pero no dejes que te domine. Los Asher poseéis un poder enorme capaz de consumir reinos enteros, pero de la misma manera puede consumiros a vosotros, así que mantener el control es esencial —dijo Vivienne con firmeza.

– Lo entiendo pero... ¿No podría morir quemada allí dentro?

"Podrías... pero no debes, Nyx."

Mis ojos se abrieron como platos. ¿Esa voz? Raden. ¿Acababa de comunicarse conmigo?

"Maldición", pensé, y volví a levantar mi propio muro, como me había enseñado Rune.

—Raden sabe lo que estamos haciendo —le susurré a Vivienne.

Ella me devolvió una mirada tranquila y me sonrió levemente.

—Raden no va a hacerte daño, Nyx. Levanta tu muro y adéntrate en la prueba. No puedes morir aquí.

—Eso es... reconfortante —murmuré para mí misma.

Tomé aire profundamente, cerré los ojos por un momento y me concentré en el sonido de las llamas. Dando un paso adelante, sentí el calor incrementarse a medida que avanzaba. Cada paso era una lucha contra el instinto natural de retroceder. El sudor perlaba mi frente y mi piel se sentía al rojo vivo.

A mitad de camino, una ráfaga de viento avivó las llamas, haciéndolas crecer. La intensidad del calor se volvió casi insoportable. Mi mente empezó a llenarse de dudas y miedos, pero recordé las palabras de Vivienne. No podía dejar que el fuego me controlara.

Con un esfuerzo titánico, mantuve mi enfoque y seguí adelante. Sin embargo, a solo unos pasos del final, mi concentración se rompió. El calor y el dolor se volvieron insoportables, y me derrumbé al suelo, incapaz de continuar. Las llamas me rodearon, pero en lugar de quemarme, sentí una extraña sensación de vacío, como si estuviera fallando no solo a mí misma, sino a todos los que contaban conmigo.

Las lágrimas corrían por mi rostro mientras miraba las llamas que me rodeaban. Sentí una mezcla de frustración y desesperanza. No podía fallar, no ahora.

"No puedo morir aquí", me repetí

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"No puedo morir aquí", me repetí.

Entonces, escuché la voz de Vivienne, clara y firme a través del rugido del fuego.

—Levántate, Nyx. El verdadero fracaso no es caer, sino no volver a intentarlo. Tienes la fuerza dentro de ti. Encuéntrala y usa el fuego a tu favor.

Las palabras de Vivienne encendieron una chispa de determinación en mi interior. Me obligué a levantarme, ignorando el dolor y el agotamiento. Con cada paso que daba, sentía la energía fluir dentro de mí, y finalmente, atravesé las llamas y llegué al otro lado del sendero.

Sombra y fuego  (#PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora