Capítulo 9

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Mientras Raden me llevaba hacia la enfermería del palacio, mi mente intentaba distraerse del dolor observando cada detalle a nuestro alrededor. El palacio era una estructura impresionante, con altos techos adornados con frescos y corredores largos llenos de puertas que prometían secretos y descubrimientos. Mi objetivo principal, además de sobrevivir, era encontrar alguna pista sobre los Asher. Miraba atentamente en busca de indicios de una biblioteca o algún salón de archivos, pero el dolor dificultaba mantener la concentración. Sabía que esta era una oportunidad única y no podía permitirme desaprovecharla. Pasamos por varias habitaciones adornadas con lujo, pero ninguna parecía ser la que buscaba. Sin embargo, memoricé cada giro y cada corredor, esperando poder regresar en algún momento.

Entramos en la enfermería y fuimos recibidos por Vivienne, una mujer regordeta de mayor edad con ojos agudos y una presencia que llenaba la sala. Al ver mi estado, se detuvo en seco, sorprendida por el tamaño de la herida.

-¡Santo cielo! -exclamó, acercándose rápidamente-. ¿Cómo es posible que aún estés despierta con esa herida?

Raden, tratando de mantener la compostura, respondió de inmediato.

-Es una herida de cuchillo, Vivienne. Necesitamos que la atiendas cuanto antes.

Vivienne lo miró con una mezcla de incredulidad y reproche, y luego dejó escapar un suspiro exasperado.

-¿Y cómo permitiste que algo así le pasara a una de tus reclutas? -le reprochó, sus manos ya moviéndose con destreza para preparar el material de curación-. ¡Esto es inaceptable!

Raden, que siempre parecía tan autoritario, de repente se vio acorralado. Su habitual aire de superioridad se desvaneció y asintió tímidamente.

-Fue un accidente durante el entrenamiento...

No pude evitar reírme suavemente a pesar del dolor.

-Parece que tu autoridad no es tan imponente cuando está Vivienne presente -le dije, provocándole con una sonrisa débil.

Raden me lanzó una mirada de advertencia, pero su boca esbozó una media sonrisa.

-Será mejor que te preocupes por tu propia salud y no por mis asuntos -replicó, tratando de mantener su dignidad.

Vivienne se acercó con una aguja e hilo en la mano, su expresión más seria que nunca.

-Vas a necesitar puntos -dijo, su voz firme-. Esto no puede dejarse así.

El miedo me recorrió de inmediato. La idea de que me cosieran era aterradora.

-¡No es necesario! -exclamé, intentando incorporarme-. Estoy bien, de verdad.

Raden se rió, evidentemente disfrutando de mi incomodidad.

-¿Qué pasó con la valiente Nyx? ¿Asustada de una pequeña aguja?

Pero mi miedo superó cualquier deseo de parecer valiente, me encogí en la camilla manteniendo mis ojos clavados en el material de sutura.

-Nyx, la herida es bastante profunda. No bastará con desinfectarla y vendarla -dijo Vivienne con tono tranquilizador.

El miedo se apoderó de mí al ver la aguja. Sacudí la cabeza rápidamente.

-P-por favor, Vivienne... -No pude terminar la frase porque me puse a tartamudear.

Raden se aclaró la garganta en un intento fallido de disimular una risa.

La idea de que me cosieran me aterrorizaba y me removí en la camilla, regañándome mentalmente por no haber dirigido la daga a algún lugar menos sensible, el pánico reflejado en mis ojos.

Vivienne se acercó y el dolor y la pérdida de sangre comenzaron a hacer mella en mí. El mundo empezó a girar y mi visión se volvió borrosa. Comencé a gritar, presa del pánico y el dolor. Sentí una mano firme tomando la mía, y al mirar, vi a Raden sosteniéndome con la mirada al frente.

-Tranquila -dijo, su voz era un susurro calmante que contradecía su fría mirada-. Estás en buenas manos. Todo estará bien.

Sus palabras y el contacto de su mano me dieron una inesperada sensación de calma. No confiaba en él, ni en nadie de ese palacio, pero el dolor era insoportable. Así que me relajé permitiendo que mi mente se entregara a la inconsciencia, sabiendo que, por muy extraño que pareciera, en ese momento, estaba a salvo. Mientras perdía el conocimiento, su mano en la mía fue el último vínculo con la realidad. Mi plan estaba en marcha, y en ese momento, con la tenue esperanza de encontrar la información sobre cómo activar mi poder, me permití caer en la oscuridad.

Sombra y fuego  (#PGP2024)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora