La entrada era un tipo de ascensor, el hechizo decía que te imaginaras unas escaleras a tu gusto, pues un ascensor es más de mi agrado, afortunadamente funciono, cuando se abría la puerta, entrabas a un cuadrado, que empecé a expandir, hice tres puertas que llevaban a pasillos, una de cada lado del cuadrado, ignorando la pared del ascensor.
Saliendo de este, hacia la izquierda, serían las habitaciones, por el momento hice cuatro, una para mí, una para Dobby, y dos por si se requerían de emergencia, claramente Dobby lloro por tener su propia habitación, los cuartos serían personalizados, por ejemplo, el del elfo, tenía un pequeño closet para sus trajes, una cajonera para calcetines, mismos que le gustaba hacer y comprar, así como una cama, una puerta para un baño, de tamaño sencillo, es difícil consentir un elfo, el que lo logre debería conseguir un premio o algo, para mi cuarto, me fui a lo grande, un gran closet, que planeaba llenar, cajoneras para ordenar todas mis cosas, una muy cómoda cama, esta estaba en medio de tres ventanas, que eran otros cuartos extendidos, cada uno simulando territorios diferentes y claro con vistas diferentes, uno era un pequeño bosque de pino nevado, donde viviría Hedwig, el otro era similar a la Sabana africana de donde se origina Mamba, aunque le puse más verde, más para mi gusto, el último, lo hice parecer el desierto donde conseguí o conseguiré a Ra, mi baño lo hice enorme, con una muy cómoda y grande tina, el resto de las habitaciones, era un baño pequeño, una cama, un closet y una cajonera.
De la salida del ascensor a la derecha, estarían todos los cuartos para necesidades, la cocina, el comedor, una sala y un cuarto de lavado y planchado, ese tipo de habitaciones quizás un poco más grandes de lo que sería practico, pero así decidí hacerlo, también había unas granjas donde habría en un futuro animales y plantas para comer y poder sobrevivir sin tener que salir de la maleta.
De la salida, justo hacia el frente, estarían los cuartos académicos, una gran biblioteca, que rellene con los libros de mi yo futuro, asegurándome claro que todos fueran escritos antes de este año, prefería mantener el resto como secreto, un cuarto para hacer pociones, con material de primera, resulta que mi yo del futuro, puso mucho esfuerzo en aprender pociones, conocimiento que claro que me sirve, un aula médica, un cuarto de estudios, un gran invernadero, tengo más conocimientos que antes, pero parece que este nunca se volvió mi fuerte, también había un cuarto para practicar magia, con todos los conjuros de refuerzo que recordaba.
Aprovechando mi considerable fortuna, Dobby compro para armar toda la casa, muebles, comestibles, plantas, los productos de limpieza, inclusive compro libros que descubrió faltaban en la biblioteca, compro materiales para diversas pociones, mientras yo estudiaba y graciosamente inclusive reviso en Borgin y Burkes, por lo que obtuve varios libros interesantes, y el armario evanescente, aunque ese lo compro por mi encargo cuando él me dijo lo que vio en dicha tienda, junto con tonterías extras con encantamientos interesantes, Dobby se encargó de armar toda mi nueva casa, pero lo más importante de todo, antes de irnos con los Weasley, pase todo de mi habitación con los Dursley a mi habitación en el baúl.
El plan era no volver con los Dursley, al parecer, contrario a lo que Dumbledore cree, sí Voldemort no temiese a llamar la atención, perfectamente podría haber atacado la casa, considerando que llevaría mi sangre, el objetivo es aprovechar la emancipación para encontrar una residencia en la cual vivir, como recomendación en el diario, están las residencias Slytherin, ya que no existe registro de sus ubicaciones, a diferencia de las otras, que aunque perdidas, son rastreables, si por el motivo que fuese, no encontraba un lugar, cosa que dudo, al final podría regresar aquí y mis cosas seguirían conmigo.
Otra cosa interesante y algo triste que descubrí parece que fui muy ingenuo, aunque no es sorpresa fue de las primeras cosas que me reclamé, la familia Weasley en general eran buenas personas, pero obviamente había faltas a la norma.
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La guía de un Harry del Futuro
FantasyEl tercer año había terminado, mientras Harry en la soledad de su cuarto agradecía por el pequeño milagro de salvar a Sirius. Esa misma noche un ruido lo despertó, ahí frente a su puerta había un anciano. - ¿Quién eres? - fue la pregunta que le camb...