Hijo de la cazadora: el mar de los monstruos

Capitulo 15 La isla de polifemo

"Realmente no se parece a nada de lo que pensé que sería", dijo Percy en la proa del barco mientras él, Naruto, Annabeth y Tyson miraban la isla frente a ellos. La isla parecía una isla paradisíaca con playas de arena blanca, playas tropicales con cocos y altas cimas de colinas. El lugar se sentía fresco pero antiguo al mismo tiempo, como si fuera una tierra olvidada en el tiempo.

"Bueno, ¿qué esperabas? ¿Puentes de cuerda y cavernas profundas con esqueletos en ellas?", preguntó Naruto mientras Percy se encogía de hombros.

"Un poco fuera de lugar, sí", respondió Percy mientras Annabeth ponía los ojos en blanco ante el hijo de Poseidón.

"Debe ser el vellón. Recuerda que tiene propiedades regenerativas. Debe ser la razón por la que la isla es tan exuberante y hermosa".

"Si se la quitamos, ¿morirá la isla?"

Annabeth negó con la cabeza. "Se desvanecerá. Volverá a ser lo que era normalmente, sea lo que sea".

"Es una pena, pero hay que hacerlo si queremos salvar el campamento".

Cuando el Queen Anne's Revenge se acercó lo más que pudo a la orilla sin quedarse varado, Naruto suspiró y se pasó la mano por el cabello.

Se habían puesto en contacto con el campamento ayer por la tarde para comprobar cómo iban las cosas y desgraciadamente no iba bien.

Fueron Ino y Katie quienes les hablaron y les explicaron que todo en el campamento estaba en ruinas. El señor D no hacía nada mientras Tántalo les estaba haciendo la vida imposible, castigándolos por las razones más ridículas.

Además, los ataques habían aumentado hasta casi cuatro veces al día. Tuvieron suerte de que solo los habían atacado una vez durante la noche, pero las cosas empeoraban cada día. Tuvieron suerte de que nadie hubiera muerto todavía, pero la enfermería estaba empezando a amontonarse hasta el punto en que tuvieron que montar tiendas de campaña para acoger a algunos de los heridos más leves.

Los niños Apolo estaban exhaustos de tener que seguir curando a la gente, los niños Ares estaban en sus últimas piernas estando en el frente todo el tiempo, la cabaña de Hermes se las arreglaba hasta ahora pero eventualmente se derrumbaría, la cabaña de Afrodita se quejaba más de lo normal mientras que la cabaña de Hefesto estaba ocupada tratando de evitar que el edificio se derrumbara.

Les quedaban unos días y lo sabían. El grupo sabía que tenían que ponerse las pilas y acelerar la búsqueda si querían tener una oportunidad de salvar su hogar.

Aunque Naruto y Percy estaban un poco molestos con los Olímpicos por no hacer nada para ayudar a sus hijos, ambos sabían que o bien estaban sentados en sus tronos y observando o haciendo lo que fuera que hacían para perder el tiempo.

Sin embargo, tan pronto como terminó el mensaje de Iris, reprendió a Percy y regañó a Tyson levemente por las acciones en la isla de Circe. Tyson lloró un poco antes de que Naruto le diera una palmadita en la espalda diciéndole que fue un error y que sabía que no quería decir nada con eso.

Sin embargo, Percy se enfrentó a un pequeño castigo para su horror. Para su odio y la diversión de todos los demás, Naruto ató a Percy a la parte delantera del barco con la mitad de su cuerpo en el agua durante el resto del día y le dijo que lo traería de vuelta cuando aprendiera la lección.

Aunque Annabeth tampoco salió bien parada y pasó el resto del día cuando se despertó atada al mástil del barco y también les dijo a ambos que cuando llegaran al campamento se disculparían con las chicas que rescató que fueron al Campamento Mestizo.

Ninguno de ellos luchó y sabía que estaba equivocado a pesar de las circunstancias en las que se encontraban.

"Sabes que la isla tiene una especie de forma como de una silla de montar", dijo Percy mirando la isla mientras los demás lo miraban con una expresión extraña en sus rostros.