᧔ 🌷 • JiMin es un empleado novato que acaba de ingresar a un trabajo nuevo, los rumores dicen que Jeon JungKook, su jefe, es una m13rda y no tiene piedad con nadie.
᧔ 🍥 • Quién diría que ese hombre mayor, con porte serio y un aura intimidant...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
JiMin dejó de mirar su teléfono, una de las sirvientas le avisó que JungKook ya estaba en casa, que lo esperaba en la sala de la parte de adelante.
—Hasta que por fin llega.
Tiró su celular en la cama y salió tan entusiasmado de ahí, a él claro que le costaba creer todo el tiempo, dudaba en muchas ocasiones, y llegaba a pensar que todo era una mentira. Aún así, intentaba mantenerse sereno, para poder pasar tiempo de calidad con el hombre que le gusta.
—Kook, ¿qué-
Se quedó callado luego de ver a una mujer a su lado, con que a eso se refería cuando decía "nosotros" lógicamente. Por un momento, ansiedad tomó el control de su mente y empezó a maquinar distintos escenarios en donde le decía que se largara de su casa, que esa era la mujer a quien amaba, o en donde le dice que todo fue una farsa y que en realidad tenía una esposa y familia.
—Hola, Mimi.
Tragó grueso y se acercó, le hizo una reverencia a la mujer con la cabeza, al mirarla más de cerca, se le hizo, tan, pero tan conocida, que su corazón latió con fuerza y sus mejillas se pusieron rositas por la emoción.
JungKook se retiró del lugar, dejaría que ellos dos hablaran, que JiMin se diera cuenta por sí solo o ella se lo dijese, ninguno de los dos lo notó, así que no importó y eso le dio más seguridad para irse a hacer cualquier otra cosa, no estaría tan metido en un momento tan privado.
—Mu-mucho gusto, me llamo JiMin.
Le extendió su manita, tardaría un poco en poder reconocerla, a su madre, de ella solo tenía una foto en la que estaba tan joven, a duras penas mayor de edad, con el tiempo tendría cambios físicos por su crecimiento.
Pero esa mirada, esos ojos hermosos no cambiaron nunca.
—Eso lo tengo más que claro, pequeño.
Aquella mujer llevó la mano hasta su mejilla y dejó unas cuantas caricias con toda confianza. JiMin aún no podía entenderlo, tenía ganas de llorar, entre más la miraba, más se aceleraba su corazón.
