NOSOTROS 𝑓𝑡 𝗔𝗿𝘁𝗵𝘂𝗿 𝗟𝗲𝗰𝗹𝗲𝗿𝗰 ❪PAUSADA❫

O1. Hasta aquí llegamos

La vida de Alba siempre había sido de lo más fácil. Lo tenía todo, cualquier cosa que deseara, menos amor. Y no hablo de ese amor amistoso, o de familia, de eso tenía de sobra con su familia y los amigos de su hermano que la habían adoptado como la pequeña Norris. Hablo de ese amor que te descontrola el corazón, que te hace querer estar al lado de esa persona la mayor cantidad de tiempo posible, ese que te hace pensar en como sería tu futuro con él y te provocaba mariposas en el estómago cada vez que sus miradas se encontraban.

Ella no conocia ese tipo de amor, o bueno, creía hacerlo. Hasta que puso un pie dentro de ese departamento y vio a su supuesto novio besandose con la que era su mejor amiga.

Se quedó estupefacta, viéndolos besarse en el sillón, ese en que se solían quedar hasta tarde viendo películas, como si de eso dependiera sus vidas. No dijo una palabra, y pensaba irse sin decir nada, dejar todo como estaba, pero un sollozo que no pudo controlar la delató.

Jake y Lia, las personas que hasta ahora eran las más importantes en su círculo, se separaron al instante y la vieron asustados. Lia fue la primera en pararse e intentar acercarse a su amiga, pero ella no lo permitió. Limpio sus lágrimas traviesas en un vago intento de que no notarán que esto le afectaba. Pero mierda que lo hacía.

—Alba, no es lo que tú crees, yo...

—Dejala. —frenó el rubio. —Mira, es simple. —empezó —Ya no me interesas, fuiste cosa de un rato, la verdad es que no sé cómo pude aguantarte tanto tiempo. Eres una malcriada, llorona y crees que el mundo gira a tu merced. Eres insoportable. No me interesa estar con alguien así, hasta aquí llegamos.

Alba se había quedado sin palabras ¿De verdad actuaba así? La mayor parte del tiempo no reaccionaba en cómo actuaba ante los demás. Nunca le habían dicho algo así, por lo que pensó que su actitud era buena ante las personas, así había conseguido amigos y personas a las que podía llamar hermanos mayores.

Está bien, no vale la pena. Pensó en lo que giraba sobre su eje para salir de aquel lugar en el que al parecer jamás fue bienvenida.

Caminó rápido para salir del edificio, sentía que no podía respirar, necesitaba aire fresco. Pero aún ahí afuera, de alguna forma de sentía asfixiada. Se tomó un tiempo para recuperar el aire y caminar un poco más tranquila hacia el parque que estaba a unas cuadras de ahí. Se sentó en una de las bancas vacías y saco su teléfono, intentando enviar un mensaje, batallando con las lágrimas que le nublaban la vista.

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Soltó un suspiro apagando su teléfono. Lo que menos quería hacer ahora era hablar con alguien, aunque le agradecia a los chicos y al tonto de su hermano por apoyarla siempre en todo, solo estaba pensando en llegar a su departamento, ponerse su pijama y ver comedias romanticas hasta quedarse dormida y esperar que todo fuera un mal sueño.

Después de todo, tal vez, Alba Norris no había nacido para ser amada, sin embargo jamas podia evitar no creer en él.