Capitulo II.

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Trinidad.

Llevo como media hora pensando en si responder, y al final tire lejos el celular y apoye la frente en la pared.

¿Que mierda me pasa?, está claro que no le voy a contestar, seguro es para pelarse y yo lo último que quiero es tener algo con alguien, eso está descartado.

- ¡Corazoooon de mi vida! - grita la Caro, entrando a la pieza sin tocar.

Pero si es su pieza, idiota.

- ¿Qué pasa? - le preguntó al verla casi dando saltitos.

- Que el Benja me vino a invitar a un carrete en la casa del Richard - dice emocionada - ¿vamos?.

No tengo nada que hacer, y aunque no me guste mucho estar con tanta personas que ni siquiera conozco igual asistí y la Caro salió disparada sin antes tomarme la mano y arrastrarme hasta afuera de la casa, donde nos espera el Benja con otro mino que jamás había visto.

- Hola po' olvidona, ni saludas ahora - dice el Benja antes de saludarme con un beso en la mejilla.

- Hola - digo no con mucho ánimo.

No me gustan los carretes, tantas personas me incomodan, el alcohol sabe asqueroso y el olor al cigarro me parece desagradable.

Pero hazlo por tu prima, egoísta.

- Te presentó a un amigo, el Martín - dice y miro al loquito que se acerca y me saluda de un beso en la mejilla el patuo'.

- Hola, Trinidad.

- Bonito nombre - dice con unas sonrisa.

Qué onda hoy día que todos son tan sociables y amables, sólo asisto y nos subimos al auto.

Cresta el celu, se me quedó en la casa, bucha oh.

Después de unos minutos donde los cabros iban hablando de algo de lo cual no preste atención, llegamos a la casa del tal Richard.

- ¿Estas bien? - me susurra en el oído la Caro y coloco mi mejor sonrisa y asisto, no quiero que deje de hacer sus panoramas por mi culpa - ¿Segura?.

- Segura mi vida.

Me mira y asiste no muy convencida pero no dijo nada, sólo me tomo de la mano y entramos a la casa, y hay un grupo de locos en el patio hablando de algo pero se quedaron callados cuando nos vieron.

- Buena' po' - dice el Richard saludando a la Caro.

- Usted ya se conocen, así que no los tengo para que presentar - dice la Caro soltando una risa nasal.

- Si po', eri' la prima de aquí mi amiga - dice el Richard antes de saludarme con un beso en la mejilla.

Esto de los besos en la mejilla ya me está hostigando, porque tanto afecto y acercamiento, cuando pueden saludarse con un movimiento de cabeza o que se yo.

- Richard, a su marcee - y hace una reverencia.

Me reí porque le salió gracioso la reverencia que hizo.

- Trinidad - digo antes de imitar su reverencia.

- Me caes bien - dice el antes mencionado, pasa sus brazos por mis hombros y me lleva al grupito, me presenta como a diez cabros los cuales ya ni me acuerdo de sus nombres.

Después de un rato, ya no me sentía tan fuera de lugar, ahora estaba sentada en las piernas de la Caro quien se está tomando una cerveza mientras se ríe de los chistes fome de los cabros.

- ¿No quieri' tomar alguna cosa? - me pregunta un loquito alto, morenito y ojos negros, y con un flow bacan, este representa la palabra flaite.

- Ya po' - digo sin pensarlo.

Eso es pa' mamones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora