El calor comenzaba a invadir sus cuerpos desnudos y llenos de sudor.
Caricias y besos húmedos eran repartidos por los cuerpos de ambos, y el sonido incedable de sus pieles chocando convinado con los gemidos y jadeos eran como música para los oídos de ambos.
Aquella sensación era demasiado satisfactoria. Para Jisung se sentía como estar en el cielo, y para Minho era un deleite poder entrar y salir del menor, y notar como sus paredes apretaban cada vez más su miembro.
Ahora mismo iban por su tercera ronda de sexo sin ningún tipo de interrupciones, y no parecía que fueran a terminar pronto, ya que aún quedaba mucho noche, y aún les quedaba muchísima energía.
Pero para agilizar un poco más esto, adelantar el tiempo, y os llevaré a la mañana siguiente. Ya tendremos tiempo para narrar otro de esos momentos excitantes.
A la mañana siguiente, Jisung fue el primero en despertar. Notaba una fuerte molestia en sus caderas, y sus glúteos dolían como el mismísimo demonio.
Al girar su cabeza, pudo ver a Minho dormido a su lado. Dormía boca arriba, por lo que pudo apreciar con total detalle el perfil del pelinegro.
"Si que es malditamente atractivo" -Pensó-
Pero entonces, calló en cuenta de algo. ¡Ambos estaban totalmente desnudos! ¿Que demonios había pasado anoche? Jisung no lo recordaba con demasiada claridad, pero lo poco que recordó hizo que su rostro se sonrojara tremendamente.
Antes de que Minho se despertara, se dirigió al baño, necesitaba una ducha, estaba sudado y sucio.
Abrió la llave de la ducha y dejó correr el agua hasta que saliera caliente, y cuando estuvo a la temperatura perfecta, entró, dejando que todo el agua cayera por su cuerpo, relajando cada uno de los músculos por los que el agua corría.
Se dió una ducha rápida, tampoco quería estar demasiado tiempo invadiendo el baño de Minho, y tampoco quería estar demasiado tiempo invadiendo su habitación, pero aún no sabía qué tenía que hacer, así que debería esperar a que Minho despertara.
Al salir de la ducha, Jisung secó su cuerpo y volvió a ponerse la misma ropa que llevaba el día anterior, pues tampoco tenía ropa que ponerse. Después de vestirse, regresó a la habitación, para ver qué Minho, efectivamente, seguía durmiendo, y su abdomen estaba totalmente al descubierto, provocando que Jisung se sonrojara.
Antes de que Jisung pudiera hacer nada, alguien entró a la habitación estruendosamente.
-¡Lee Minho! ¡Hermanito del alma! Hola Jisung. ¡Despierta! -Minho se despertó al instante, mirando a Hyunjin con cara de pocos amigos debido a la manera en que le había despertado- Espera, espera, espera.... ¿Que hace Jisung aquí?
-¿Y tú que haces aquí? -Le preguntó Minho a Hyunjin-
-No, no, contesta mi pregunta primero. Acaso... Anoche... ¿Os divertísteis? -Dijo en manera de burla-
-Callate. -Respondió Jisung-
-Es lo más coherente, porque Minho está desnudo y tú acabas de salir de la ducha. -Los tres se miraron entre sí- Espera, espera... ¡Minho vistete por Dios! -Dijo escandalizado-
-Si no me has dado tiempo ni de respirar.
-Vistete, luego hablamos.
-¿Te vas?
-No me voy a asustar, ni Jisung tampoco, y mucho menos después de lo de anoche. -Minho le lanzó una almohada a Hyunjin, la cual impactó de lleno en su cara- Que agresivo. -Minho se levantó de la cama, cubriendo su cuerpo de cintura para abajo con la sábana y se dirigió al armario para agarrar algunas prendas de ropa. Después se dirigió al baño y cerró la puerta después de entrar- Y bien... Cuantame Jisung... ¿Que tal la pasaste con mi hermano? ¿Es bueno?
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▶Guardaespaldas por error◀|Minsung|
FanfictionUn día, tras volver de una fiesta, Han Jisung, un joven de 19 años, se pierde por las calles de Seúl, y va a parar a una gran mansión, logrando colarse en el jardín sin levantar sospecha alguna. Sin saber que, en aquella casa, vivía la familia más p...