Capítulo 19.

97 10 5
                                    

Al cabo de una hora, el timbre del departamento sonó. El sonido retumbó por toda la casa, ya que Minho estaba durmiendo y todo estaba en silencio, ya que Jisung no había querido hacer demasiado ruido para no despertar a Minho.

Con cuidado y de la manera más silenciosa posible, ya que el timbre no había despertado a Minho, Jisung se dirigió hacia la puerta principal, para después abrir.

-Aquí tiene su compra. -Dijo un repartidos del supermercado al que había pedido la comida. Aquel chico, al ver a Jisung, no pudo evitar que su mirada se plantara fijamente en Jisung, provocando que este empezara a incomodarse-

-Am... Gracias. ¿Cuanto es a pagar? -Preguntó Jisung, tratando de esquivar la mirada de aquel chico-

-Serían 210.000 wones, pero puedo hacerte un descuento si accedes a... Pasar la noche conmigo. -Dijo con claras dobles intenciones-

Jisung estaba por responder, pero entonces sintió como alguien rodeaba su cintura por detrás.

-¿Ocurre algo cariño? -Era Minho. Tras decir eso, dejó un beso en el cuello del menor, clavándole la mirada a aquel repartidor, el cual palideció-

-No... Solo iba a pagarle al repartidor por entregar la compra del supermercado. -Minho extendió el brazo hacia el mueble de la entrada y agarró su tarjeta-

-¿Aceptas tarjeta? -Aquel chico solo asintió y extendió el datafono. Minho pagó la compra y después observó como aquel repartidos dejaba el pedido dentro de la casa- Muchas gracias, y espero que no vuelvas a ofrecerle ese tipo de descuentos a mi novio.

Apenado, el chico se fue, para que acto seguido Minho cerrara la puerta, y en un rápido movimiento, acorraló a Jisung entre la puerta y él. Acto seguido, Minho besó los carnosos labios de Jisung con ferocidad y autoridad. Jisung correspondió con algo de dificultad.

Aunque no eran nada, los celos llenaban el cuerpo de Minho. Eran como un veneno que poco a poco se iba extendiendo por todo su cuerpo. Detestaba la idea de ver a Jisung junto a cualquier otra persona. Jisung solo podía estar con él.

-Eres solo mío Han Jisung, mío y de nadie más. -Dijo Minho al separarse de aquel beso. Una de sus manos estaban sobre el cabello de Jisung, apretando varios mechones con un poco de fuerza-

-¿A qué viene todo esto? -Dijo con la respiración algo agitada-

-Solo es para que entiendas que me perteneces.

-No soy un objeto. No pertenezco a nadie. -Jisung actuaba molesto, pero en el fondo, le encantaba que Minho le reclamara como suyo-

Entonces, Minho volvió a unir sus labios con los de Jisung con la misma ferocidad que anteriormente. Para Jisung era ciertamente complicado seguirle el ritmo a Minho en aquel beso, pero se acabó acostumbrado y pudo seguirle sin mucho problema.

En mitad del beso, Minho condujo a Jisung hasta el sofá, pero antes de que pudieran llegar a algo más, Jisung le detuvo.

-Minho... El doctor dijo que no puedes...

-Solo un poco Jisung... -Susurró en el odio del menor, para después lamer el lóbulo de la oreja de este-

-No Minho. Podrías hacerte daño. Cuando mejores podremos hacerlo cuando quieras y cuantas veces quieras.

-Está bien...

-No te enojes Minho... Te lo recompensaré. -Minho simplemente asintió y se dejó caer en el sofá, aunque se le olvidó el pequeño detalle de que tenía una herida en el abdomen, así que una ligera mueca de molestia apareció en su rostro- Por el momento te haré la comida y guardaré la compra en la cocina. Tú espera aquí y no te muevas. -Minho asintió de nuevo y vio como Jisung agarraba las bolsas de la compra y se marchaba a la cocina, aunque en todo momento podía ver lo que hacía, ya que la cocina era una cocina abierta y desde el salón se podía ver la cocina-

▶Guardaespaldas por error◀|Minsung|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora