Capítulo 10.

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-Ya hemos llegado señor. -Anunció el chofer tras detenerse en la puerta del hotel-

-Gracias. Puedes retirarte. Te llamaré mañana para que vengas a recogernos. -Minho y Jisung se bajaron del coche-

-Buenas noches señor. -Dijo para luego emprender el viaje de vuelta a la mansión-

Minho y Jisung se quedaron en silencio, sin decir nada. Minho quería disculparse por como había reaccionado en la comida, pero no sabía por donde empezar.

-No... ¿No deberíamos entrar? -Preguntó Jisung, parecía nervioso-

-Sí, entremos. Espero que la habitación esté preparada. Hemos llegado un poco antes de la hora. -Jisung simplemente asintió y ambos entraron a aquel lujoso hotel-

Se dirigieron a la recepción, en la cual había una joven sentada frente a un ordenador tecleando algo. Ella no notó la presencia de aquellos dos jóvenes, así que Minho tuvo que llamar su atención.

-Disculpe... Nos gustaría obtener la llave de nuestra habitación. -Habló Minho, haciendo que la chica levantara la vista del ordenador-

-Oh, disculpe... ¿Podría decirme a qué nombre está la reserva?

-Lee Minho. -La chica tecleó algo en el ordenador-

-Sí, aquí está. Usted ha reservado la suite 249, ¿cierto?

-Así es.

-Bien... Aquí tiene. Está en la última planta, no será muy complicado encontrarla, solo hay dos habitaciones en esa planta. -Le entregó dos tarjetas, las cuales funcionaban como la llave-

-Gracias. -Dijo para después agarrar aquellas tarjetas- Vamos. -Jisung asintió y siguió a Minho-

Ambos subieron al ascensor, en el cual estaban totalmente solos y en silencio.

-Oye... Siento lo que pasó en la hora de la comida. No era mi intención reaccionar así.

-No te preocupes. No pasa nada. -Dijo, tratando de apartar su mirada de la de Minho-

-¿Por qué no me miras Jisung?

-No es nada...

-¿Estás nervioso?

-No... No lo estoy. -Claro que lo estaba. Estaba a punto de llegar a una suite extremadamente lujosa en uno de los hoteles más lujosos del país, con el hijo de un mafioso el cual horas antes le había pegado un puñetazo en mitad de un restaurante a el novio de su hermana el cual le estaba molestando y devorando con la mirada. Y para colmo, le había prometido como agradecimiento tener sexo con él de nuevo-

-Si no quieres hacerlo está bien. Podemos simplemente dormir. Hay más de una cama, por si no quieres compartirla conmigo.

-No es por eso.

-¿Por qué es entonces?

-Porque hoy ha sido un día demasiado raro, es todo.

-Está bien. Ya dejo de molestarte. Hasta que lleguemos a la habitación claro.

Y así fue. El resto de minutos que estuvieron en aquel ascensor estuvieron en total silencio. Sin decir ni una sola palabra y bastante alejados el uno del otro.

Al llegar a la última planta, ambos bajaron de aquel ascensor y entraron a su habitación.

Al entrar, Jisung se quedó boquiabierto. Más que una habitación parecía un apartamento. Tenía una especie de salón y una cama de matrimonio bastante grande. También habían tres puertas más, una de ellas era un baño, y las otras eran otras dos habitaciones. Había una puerta corredera de cristal, la cual daba a una pequeña piscina privada con vistas a toda la ciudad.

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