Play my music.//Nate Gray.

<6> Hasta el próximo verano.

Ana POV.

Estaba a punto de irme cuando Jason y Nate entraron por la puerta de la cabaña.

–¿quién soy?–preguntó el mayor con emoción.

–ya. Estás aquí, te veo.–le respondió Shane.

–y yo te veo a ti.–habló nuevamente Jason.

No era necesario saludar a Nate, hace unos instantes nos habíamos visto.

–¿y a mi no me ves?–le pregunté fingiendo estar ofendida.

Él se giró para verme y una ancha sonrisa se dibujó en su rostro.

–¡Ana!–exclamó con felicidad y yo reí ante su reacción.–no es justo que solo le dediques tiempo a Nate.–

Me ruboricé al instante pero ignoré aquel comentario y me acerqué a ellos.

–¡ahh!–suspiró el mayor de nosotros.–cuanto los extrañé. ¡Abrazo!–gritó y lo siguiente que sentí fue como nos apretujó a los tres.–mucho mejor. No es lo mismo abrazar solo a Nate.–

El nombrado se separó y yo lo seguí. Así se deshizo el emotivo abrazo.

–si...no es lo mismo.–admitió Nate. Luego me dedicó una mirada fugaz.–oye, ¿qué crees? la prensa estará aquí y van a cubrir toda la noche, lo apoya la disquera.–

–¿de veras? ¡qué bien!–dijo Shane con emoción estrechando la mano con su hermano.

Nate me miró y me hizo una seña para que ambos saliéramos de allí. Obviamente acepté.

–oye, viejo.–lo detuvo Jason mirando al hermano del medio.–¿y la fantástica cantante que buscabas?–Shane lo miró sorprendido.–¿qué? se algunas cosas.–

Luego no escuché más, ya que finalmente salí de la habitación para seguir a mi mejor amigo.
Cuando me acerqué a él, caminamos en silencio hasta el muelle. No era un silencio incómodo, si no todo lo contrario. Me sentía en paz a su lado.

–gracias.–fue lo primero que dijo al llegar a la orilla del lago.

Miré su perfil con confusión.

–¿gracias?–repetí extrañada.–¿por qué?–

–por cumplir tu promesa de cuidar de Shane.–me respondió mirándome a los ojos y sentí como todo a nuestro alrededor desaparecía, solo éramos nosotros.–devolviste al antiguo Shane.–

Sonreí a su dirección sin despegar la mirada de sus bellos ojos café.

–no hay porque.–le dije sin embargo.–solo necesitaba a alguien que lo guiara un poco, el jamás desapareció. El tío Brown también me ayudó un poco.–

Nate soltó una risita que hizo que miles de mariposas revolotearan en mi estómago.
Seguíamos mirándonos fijamente. Algo entre nosotros había cambiado y ninguno de los dos se atrevía a afrontarlo...se sentía tan bien.

Él se acercó un poco más a mi. Tomó mis manos y las entrelazó con las de él.
Parecía que quería decirme algo, pero no se atrevía.

–Ana...yo...–pero antes de que formulara cualquier otra oración, Shane nos interrumpió.

–¡ey, tórtolos!–gritó algo alejado y ambos volteamos a verlo.–¡debemos irnos!–

Nate y yo nos miramos, separamos nuestras manos y corrimos hacia donde se realizaría el esperado concierto final.

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Todos aplaudían con energía mientras Brown corría en medio del escenario.