11. La lluvia y la nada

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Narra Ayame (Orihime)

Ha pasado un mes desde que fui rescatada de los calabozos del reino de la luna.

Durante estás semanas he estado encerrada en la habitación de Daisuke.

Podía pasear por los pasillos del palacio oscuro, pero no me apetecía hacerlo.

Había estado desesperada, necesitaba conseguir el reino del sol para luego tomar el territorio de mis padres.

Quería demostrarles que era superior a ellos, sin embargo termine siendo catalogada como criminal.

Cuando conocí a Daisuke no estaba en mis planes traicionarlos, sin embargo al ver como Zangetsu era fácilmente animado por la mera presencia de Sode cuando se sintió mal luego de ser derrotado por el espada más cercano a Suigetsu. A diferencia de mi o el resto que no pudo animarlo.

Al ver eso mi corazón se partió en mil pedazos.

Me había dado cuenta que Zangetsu nunca me amaría, que nadie lo había hecho y nadie lo hizo en el pasado.

Para nadie era importante, para el mundo era un estorbo que era una inútil. No solo era inservible para mi familia, que se deshizo de mi cuando se enteraron que no herede el don de invocar la lluvia como el resto de mis hermanos.

Como bruja era la más hábil, a pesar de que se encontró que poseía habilidades mágicas tampoco era servible para el gremio de brujas. Mi magia era curativa y podía hipnotizar a las personas, pero no todas al mismo tiempo.

En el equipo yo era la más débil, la que debía ser rescatada o protegida durante los enfrentamientos.

A diferencia de ella. Sode era una guerrera, desde una edad temprana se forjó en la habilidad de espada, pelea cuerpo a cuerpo, magia de ataque y podía usar su habilidad de hielo.

Ella junto a su primo Hyorinmaru eran los únicos en poder usar la habilidad de hielo que heredaron del primer rey.

Ella no necesitaba ser protegida o rescatada a cada instante.

Su padre a pesar de mostrar una actitud fría, se preocupa por el bienestar de su hija; no tiene hermanos, pero Zabimaru y Hyirinmaru están pendientes de ella; los rumores decían que su madre era la mujer más amorosa con su hija y que siempre la cuidaba y le decía cuánto la amaba; y tenía el amor de Zangetsu y de su familia.

Yo no tenía a nadie en el mundo, es por eso que decidí aceptar la propuesta que me hizo Suigetsu por medio de Daisuke.

La acepté sin dudar, creyendo que de esa forma Zangetsu vendría por mí y que por fin sería útil para alguien.

Pero todo fue arruinado nuevamente por Sode.

Si no fuera por la intervención de Daisuke ahora estaría muerta.

Escucho la puerta de la habitación ser abierta, pero no volteo, continuo mirando a la luna.

—mujer, debes comer—dice mientras coloca otro plato de comida en la mesa

—no tengo hambre—respondí

—no me hagas hacerte obligar a comer de nuevo.

No respondo a su pregunta, mejor opto por lanzarle una pregunta que me ha inquietado durante estos días.

—¿por qué decidiste intervenir en la decisión de Suigetsu? Lo mejor es que estuviera muerta.

«tal vez en otra vida mi vida no fuera miserable»

—¿no me prometiste que me enseñarías a tener emociones?

Su respuesta me llama la atención, por lo cual me giro para verlo.

The black and white moonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora